Hace unos años, Alfonso Cuarón nos regaló ese fantástico retrato de su infancia en México llamado “Roma”. No sólo era un perfecto reflejo de los años que el director vivió en la capital “azteca”, sino que a su vez servía de perfecto análisis de un país desde múltiples (político, social, …) puntos de vista. La película fue aclamada por la crítica y se convirtió en todo un éxito cinematográfico en la temporada de premios. Personalmente, encontré en ella a mi película favorita de aquel año. No solo me gustó. Me fascinó. Me enamoró. Me apasionó.
Pues este año ha sido Kenneth Branagh, reconocido actor y director británico, el que ha querido marcarse su particular “Roma”, pero adaptándolo a su infancia en la ciudad de “Belfast”. De este modo nos transporta al año 1969 de la ciudad norirlandesa, para mostrarnos los años de su niñez que marcaron de por vida su existencia y su dedicación a ese cine que tanto amaba. El resultado, con sus diferencias, porque las hay (quizá ésta es una película mucho más fácil, accesible, para el gran público, …), no deja de ser igualmente maravilloso y altamente recomendable. Si no la han visto ya, no lo duden, corran a verla. ¡Vamos con ella!

“Belfast” (Dir.: Kenneth Branagh):
Acudo a “Belfast” con el “hype”, como se dice ahora en “moderno”, por las nubes ante las sobresalientes críticas que ha recibido, los numerosos galardones (muchísimos de parte del público, lo cual es todo un referente) obtenidos por su paso por festivales y en la actual temporada de premios, y antes los más que positivos comentarios generados en todo tipo de espectadores de allá donde se ha estrenado. Tengo miedo a la decepción. Cuando te han hablado mucho de algo, quizá uno no reciba lo que las expectativas han generado sobre ese algo. Y la sensación acaba siendo agridulce. Puede que haya frustración.
Error. Me engancho desde el primero de los 98 minutos de esta preciosa historia de una familia en tiempos difíciles. De este homenaje semi-biográfico que el director Kenneth Branagh le ha querido rendir a su ciudad de origen y a su gente. Me río. Lloro. Me intereso. Me emociono. Me sorprendo. Paso angustia. Tristeza. Nostalgia. Pero también me lleno de emoción. De vida. De pasión.

Belfast. 1969. Un barrio donde hasta ahora convivían más o menos pacíficamente católicos con protestantes. La mirada de un niño ante los acontecimientos que pasan ante sus ojos. La mirada, a su vez, de una sociedad asustada y perdida ante el sinsentido fanático de unos pocos (otra vez más la religión y la política haciendo de las suyas) y la de una familia desorientada ante un futuro incierto marcado por la inestabilidad política, pero también social, económica y, lo que es más importante, emocional y personal.
Una ciudad. Un barrio. Una calle. Una pareja que se quiere, pero con sus diferencias, muchas, también muchos elementos de unión, dos hijos, unos entrañables abuelos paternos, unos tíos, vecinos, amigos, … Ese es el paisaje que nos muestra Mr. Branagh, en un filme lleno de inteligencia y buen hacer. Una película sencilla, porque lo es. Pero redonda. En el que el creador nos muestra, a través de un guion sutil, a base de pequeñas anécdotas, momentos importantes, detalles mínimos, … el universo en el que creció y que le hizo ser quien es hoy en día. Una película que me recuerda a cuando ibas a casa de tus abuelos y abrías la caja metálica de las fotos familiares, imágenes en blanco y negro resumen de una vida, de una existencia, de un pasado. Pues eso es “Belfast”, una colección de pequeños y grandes momentos, de mil sensaciones y emociones, con mil y una lecturas. Un cóctel de recuerdos del pasado que alentaron un presente y que nos preparan para un mañana. Hora y media de sonrisas y lágrimas, pero no al estilo musical de la Andrews, no, sino con la esencia de la más pura realidad.
Fantástica la historia; la mano de Branagh al poner en imágenes lo que su cerebro ha creado; la fotografía; la banda sonora a manos de Van Morrison, así como el resto de temas musicales elegidos para hacer la película más completa; su perfecto sexteto de actores poniéndose en la piel de esos abuelos, padres e hijos, todos inmensos; la preciosa fotografía en blanco y negro, con algún toque de color (no haré spoilers); su equilibrado balance de géneros, entre el drama, la comedia y el western, sí, el western, han leído bien; y, en definitiva, lo bien que refleja la vida.
¡Ay, la vida! Con sus contradicciones. Sus alegrías, sus penas. Sus buenas noticias, sus tragedias. Su esperanza, su miedo, su pasión, su nostalgia, … Con sus mentiras, con sus verdades. Con sus ying y yang. Con sus claroscuros. Con sus pros y sus contras. Con la familia, la religión, la amistad, la política, la salud, la enfermedad, el amor, el sexo, la fiesta, la pasión, el trabajo, la rutina, los sueños, la música, el odio, el deseo, … ¡Ah, y con el cine! Que eso nunca falte. Pues, sí, señor Branagh. Eso es la vida, y eso es su maravilloso “Belfast”.
Poco más que añadir. Sencilla pero completa. En definitiva, preciosa. Lo dicho. Si no la han visto ya, no lo duden. Corran a verla.

Una pequeña maravilla del amigo Kenneth, estoy de acuerdo
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Tal cual. Una pequeña maravilla. Disfrutable 100 %
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Hola!! Pues acabo de ver «Belfast». Una estupenda película aunque se me queda un tanto corta para alzarse con los principales premios en la ceremonia de los Oscars (sí le otorgaría el de Mejor Director porque nuestro amigo Branagh lo borda). Insisto en que me parece una delicia de film pero se me queda un tanto «pequeñita». Por ejemplo, me sigue pareciendo «Los amigos de Peter» su mejor película. Aún así, acierto total esta joyita y me alegro mucho por él que es un tipo cuyo cine me entusiasma y que me cae bien. Un abrazote.
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Hola Rubén.
Como ya te comenté, yo tampoco la veo ganadora. Creo que “El poder del perro”, “West Side Story” e incluso “Drive my cae” están por delante de ella.
Pero, a mí precisamente, me encanta que sea tan pequeñita. Una caja de recuerdos, que dan una perfecta imagen de lo que pudo ser su infancia
A mí me encantó. Y pensé que no me iba a emocionar tanto. Pero me tocó.
Un abrazo.
Siempre un placer hablar contigo de cine.
Felipe
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