A veces uno tiene que partir. Abandonar el hogar y dejar atrás ese lugar donde uno ha sido muy feliz. Donde se ha sentido seguro, cuidado, protegido y amado. Donde no tenía miedos. Donde colmaba la calma, felicidad y dicha. Donde todo era paz y alegría, cariño y seguridad.
Pero no queda otra. En ciertas ocasiones se tiene que mirar al futuro y dejar el ayer. Enfrentarse a la idea de tirar hacia adelante y no dejar que su “hoy” le atrape para siempre, sin la opción de un porvenir diferente, una situación mejor, una mayor calidad vital.
El problema es que hay diferentes maneras de irse. Esa en la que se busca una nueva aventura, un camino diferente que probar, que experimentar, que descubrir. En la que la excitación y el miedo se convierten en aliados. Y luego está la huida, esa partida forzosa, dolorosa, en la que no queda más remedio y uno se ve obligado a abandonar ese sitio que lo significó todo y al que, probablemente, no pueda nunca más volver. Aquella en la que sólo reina el terror, la incertidumbre y la zozobra.
De eso, curiosamente, hablan las dos películas que veo. Dos cintas tan diferentes en fondo y en forma, como cercanas en su línea temática de lo que es el PARTIR. Vayamos con ellas.

“CODA” (Dir.: Sian Heder).
De muy bonita califico esta versión americana de, la ya de por sí disfrutable, cinta francesa “La familia Belier”. Y no sólo eso. También de emotiva, tierna y muy divertida. Una sencilla cinta que nos habla de la encrucijada que sufrirá una joven adolescente cuando tenga que decidir entre quedarse en compañía de su familia de sordos, para los que es un elemento vital en su desempeño laboral, o dar un paso al frente, pensar en sí misma, y tratar de seguir adelante con su recién descubierta vocación por la música.
Una cinta que no descubre nada ni en forma (no destaca por nada en ese campo), ni en fondo (la ya vista más veces historia de decisión personal que marcará toda una vida), pero a la que es imposible no engancharse gracias a unos enormemente entrañables personajes, que, gracias a un emocionante y muy divertido guion y unos perfectos actores, hará que pasemos un muy disfrutable rato en su compañía.
Una cinta de las que pasas de la risa a la lágrima en un pis plas, de la carcajada a la emoción total, en un reprís, en un “na”, y que consigue hacerte pasar un más que buen rato en el cine. Una” feel good movie” de las que gusta a todo el mundo y es imposible no disfrutar. Muy recomendable.

“FLEE” (Dir.: Jonas Poher Ramussen).
Y de la emoción absoluta paso al sufrimiento total con esta cinta de animación documental que me deja perplejo y mudo, noqueado y en “shock”. “FLEE” es su nombre y habla de la huida de un niño afgano junto a su familia cuando los talibanes se hicieron con el control de KABUL, y del país, hace varias décadas, suponiendo el final de la paz de muchas y muchas familias. Lo que cuenta a partir de entonces es el horror en imágenes. La angustia que tendrá que vivir esta unida familia para poder alcanzar Europa vía Rusia y poder tener una vida, ya no mejor, sino simplemente en tranquilidad. Asistiremos al “sin sentido” de esta humanidad que hemos creado, individualista y ajena a la generosidad, en la que esta pobre familia tendrá que sufrir todo tipo de inconvenientes y horrores hasta poder alcanzar un cada vez más lejano fin.
Su trama te desgarra. Te llena, de pena y de dolor. Sufres en compañía de estos seres perdidos y no puedes llegar a comprender como el ser humano puede a llegar tan vil y ruin. La cinta nos mostrará la corrupción, la violencia, la codicia, el MAL, en mayúsculas, que puede a llegar a tener el ser humano a través de todo tipo de villanos que tendrán que sortear en su dolorosa odisea.
También habla de homosexualidad. O de lo difícil que es vivirla en ciertas culturas.
En definitiva, un brutal documental, una poderosa cinta de animación y una fantástica película (tres en uno, quien da más), interesantísima y muy recomendable, que debería de ver todo el mundo para no perder el sentido de la realidad y no olvidar el mundo privilegiado (aunque parece que ciertos conflictos bélicos y ciertos líderes tarados nos lo van a poner complicado) en el que vivimos y podemos disfrutar cada día. Muy buena. Y muy, pero que muy recomendable.

Muy bien CODA, nos ha encantado, muy emocionante y preciosa. Sencilla pero no por ello menos disfrutable 😃😃
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Tal cual. Sencilla pero de las que se disfrutan un montón. Me alegro de que te haya gustado. Un súper abrazo.
Felipe.
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Fíjate que yo en su día vi la de ‘La familia Belier’ y no me acuerdo mucho, así que imagino que me dejó frío.
Sí es verdad que dependes un poco de la temática, qué si tú pasaste por lo mismo que algún prota, pues igual te enganchas más a ello…
Pa ver la cara de quién se pone a tu lado, pasándote los kleenex 😀
Y luego el tema de los remakes, o guiones adaptados… no sé, no puedo con ello… jeje
Como lo que acabo de oírte en el podcast de ‘El color púrpura’, o lo de sobre Michael Jackson, o Madonna…
No sé, no hay ideas nuevas? Aunque la vida de Madonna sí me interesa 😀
Interesante propuesta la de Flee, quizás sí sería bueno para los institutos, porque está la juventud muy mal… aunque eso mismo decían cuando nostros éramos jóvenes 😀 Igual es algo que se dice siempre… jeje
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La verdad es que yo no soy muy de remakes, pero es verdad que a veces, como en este caso, ganan. “CODA” es una bonita apuesta. Pero me quedo con propuestas originales y distintas como “Flee”. Fantástica. Un abrazo, contrablogger.
Felipe.
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