Apocalipsis terrenal. De fantasmas y meteoritos.

Las dos películas que veo hablan de catástrofes que pueden acabar con este mundo. Unas más reales que otras, pero igual de amenazantes. Fantasmas que quieren “dar finiquito” a todo lo que les rodea. Meteoritos que van a destruir nuestro planeta para siempre. Aunque lo que más asusta, curiosamente, no son ni los espectros fantasmagóricos por ahí sueltos ni los trozos de material espacial tratando de impactar con nuestra tierra.

No. Lo que más miedo da, sin duda, aunque nos lo tomemos a guasa, es el propio ser humano. Nosotros mismos. En nuestra sin razón y falta de sentido común estará el germen de nuestro propio apocalipsis. Sólo hay que echar un vistazo a nuestro alrededor para darnos cuenta. El cine, abridor de ojos y mentes, nos lo recuerda. Vamos con ellas.  

“Cazafantasmas: Más allá” / “Ghosbusters: Afterlife” (Dir: Jason Reitman):

Lo mejor de esta continuación de la saga de “Cazafantasmas” es el gran baño de nostalgia al que nos somete esta cinta de cine familiar durante cada uno de sus 121 minutos. De hecho, todo su metraje es todo un homenaje al cine de aventuras ochentero con el que muchos hemos curtido nuestra pasión cinéfila. Todo desprende ese aroma a ese cine de los 80 (“Regreso al futuro”, “Los Goonies”, “Gremlins” o “Indiana Jones” varios mediante) que tanto nos hizo disfrutar y pasar tan buenos ratos frente a la pantalla grande en nuestra juventud a los hoy ya maduritos.

También hay que valorar su gran cantidad de guiños y homenajes a la saga que llenan de nostalgia y de factor sorpresa su metraje, su muy actual y refrescante inspiración en la serie “Strangers Things”, así como la siempre estimulante presencia cómica de Paul Rudd, actor que lo da todo allí dónde lo pongan, y el buen perfil de sus muy jóvenes protagonistas, interpretados por un perfecto reparto infantil-juvenil que se agradece.

Por lo demás, entretenida, sin más. Su trama centrada en una familia que hereda una casa en el campo, de un casi misterioso abuelo-padre al que apenas conocieron, la cual esconde un gran secreto que, por supuesto, les pondrá en contacto con seres fantasmagóricos y demás sorpresas, te hace pasar un buen rato, pero sin llegar a ser en ningún momento emocionante del todo.

Una correcta secuela, sólo ideal para una tarde de cine familiar o para nostálgicos de la saga y del cine de espíritu “spielbergiano”.

“No mires arriba” / “Don´t look up” (Dir: Adam Mckey):

            Y si “Cazafantasmas: Más allá” no me hace vibrar, sí que paso un grandísimo rato con la nueva sátira, casi paródica, del cineasta americano Adam Mckey. Su original historia es la de dos científicos que descubren que un meteorito va a impactar contra la tierra y va a destruirla en apenas seis meses, los cuales tendrán que tratar de convencer, sin que nadie les haga caso, de la inminente situación apocalíptica. El resultado es muy divertido, delirante e inteligente, así como una brillante crítica a este mundo absolutamente desquiciado, deshumanizado, totalmente paradójico y casi ridículo, demencial y “destroyer”, que hemos creado y en el que nos ha tocado vivir.

            Aquí no queda títere con cabeza. Nadie, ni nada, se salva. Y Adam Mckey, de una manera muy fina y a la vez muy sarcástica y divertida, arremete contra todo y contra todos. Desde el capitalismo extremo, al racismo, el machismo, la diferencia de clases, el esnobismo, la ecología, las redes sociales, el partidismo político, el sin sentido y la estupidez de los medios de comunicación, la ignorancia de nuestra especie, las redes sociales y, en definitiva, el egoísmo y la estupidez humana, pasan por el filtro de su director, generando como resultado un agudo retrato de esta sociedad inhumana que hemos tenido a bien desarrollar, al haber decidido llevar por bandera como único lema el de exclusivamente mirarnos nuestro ombligo.

            Ves la peli y, mientras te tronchas y alucinas con el comportamiento de los variopintos personajes que pasan por pantalla, sólo llegas a una conclusión: deberíamos de extinguirnos. Así de simple. Pero mientras esto ocurre, que no tardará tanto al paso que vamos, trataremos de seguir disfrutando de la vida con todas sus cosas buenas, incluidas las fantásticas y apasionantes tardes de cine. No nos queda otra.

            No me quiero marchar, siguiendo al hilo de la película, sin hacer mención especial a su reparto. Fantásticos Leonardo Di Caprio y Jennifer Lawrence, como los desorientados y “maltratados” científicos perdiendo la fé en el ser humano. Fantásticos el resto de los secundarios. Desde Cate Blanchett como periodista sensacionalista, a Jonah Hill, Mark Rylance, y sí, Meryl Streep, una vez más, como una especie de Donald Trump femenina digna de ver. Todos tronchantes.

            En definitiva, una muy recomendable comedia que, además de hacerte pasar un buen rato, te hace pensar mucho en el desastre de sociedad que entre todos estamos creando. Que Dios, los fantasmas, los que los cazan, meteoritos y demás fenómenos naturales y paranormales, nos pillen confesados. Amén. Avisados estamos.

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