Sesiones de “Aire” fresco.

Acudo al cine a ver dos películas que ansío ver. Ambas han recibido el beneplácito de la crítica y han generado muy buenos comentarios. No me defraudan. Disfruto de sendas propuestas radicalmente opuestas. Cine «mainstream» recién llegado de Hollywood con reclamo del más glamuroso “star system” con una de esas historias, basadas en una historia real, donde la realidad supera la ficción. Así como el cine de esencia más europea y autoral, de historias mínimas, donde las emociones y sensaciones están por encima de la historia que tratan. Cine nada efectista pero igualmente efectivo, que no golpea tanto al cerebro y a la razón, pero que noquea al corazón del espectador sensible. Dos grandes películas que no puedo más que recomendaros. Vamos con ellas.

“AIR” (Dir: Ben Affleck):

            Le tengo muchas ganas a “AIR”. Las críticas son entusiastas y está siendo un pequeño éxito de taquilla allá donde se estrena. Además, el tándem Affleck-Damon siempre es un añadido desde el punto de vista fílmico. Acierto. La peli me entusiasma. Bueno, nos entusiasma. Vamos a verla en familia y nos gusta mucho a los cuatro. Mayores y peques. Se me pasa volando. Y no sólo la disfruto como un enano, sino que me emociona.

            Entro de lleno en su trama de tema deportivo, pero de esencia periodística (el origen de las famosas zapatillas AIR JORDAN, que hoy se venden a raudales por medio mundo). Me dejo embaucar por ese director  

de ventas que intenta darle un vuelco al mundo de la zapatilla deportiva en el sector dedicado al baloncesto de la firma NIKE, convenciendo a un equipo de fieles que se jugarán el dinero y el puesto con un órdago a la grande a la gran empresa deportiva del que pueden salir absolutamente esquilmados y escaldados.

            El resultado no es sólo entretenidísimo, divertido y muy interesante, sino que es además vibrante, tiene emoción, garra y entusiasmo y yo salgo del cine con esa misma sensación. La poderosa magia del cine. La belleza del séptimo arte. Algo muy curioso, ya que es una película que casi se desarrolla en su totalidad en despachos.

            Atención a su reparto, perfecto (geniales todos), y a su espíritu retro, absolutamente mágico. Una peli como las de antes, salimos diciendo. Sin mucha parafernalia y efecto digital, pero llena de alma y de sustancia, lo cual hace que disfrutemos de lo lindo de ella de principio a fin. De esas de las que uno quiere aplaudir al final. Muy recomendable. Un gran drama deportivo cuasi documental, repleto de enorme y poderoso cine.

 “Una bonita mañana” / “Un beau matin” (Dir: Mia Hansen-Love):

            También voy con ganas a ver la última obra de la alabada directora MIA HANSEN LOVE, una de las películas que más gustó en la última edición del Festival de Cannes, a pesar de no haber sido incluida en su sección oficial. También me atrapa. Es una película radicalmente opuesta. Cine de autor minimalista que se limita apenas a mostrar la vida tal y como es, de una manera cotidiana y nada artificiosa, veraz, casi mundana. Tampoco tiene una trama llena de giros, ni cuenta una historia rocambolesca, ni llena de complicaciones. Simplemente asistimos al día a día de una mujer normal en plena crisis existencial. Un delicado momento provocado por el declive físico y mental de su padre, el cual no podrá vivir más solo, lo cual supondrá un cambio absoluto en la organización familiar, algo a lo que se añadirá, el shock emocional que supondrá la reaparición de un gran amigo de toda la vida, que descolocará la aletargada vida emocional de nuestra maravillosa protagonista.

            La directora capta la vida tal y cómo es. Con sus luces y sombras. Habla de temas vitales para todos. Desde la enfermedad, la muerte, el amor, la amistad, la pasión, la soledad, la familia, … Pero sin remarcar ninguno. Nos los muestra. Somos nosotros los que sacamos las conclusiones. No juzga a su protagonista. Simplemente la sigue.

La película fluye como lo hace la existencia. De manera natural, con sus vaivenes, claro está. Y yo me dejo arrastrar por su metraje. En gran medida por el precioso personaje que ha creado, Sandra, esa mujer en pleno debacle emocional, con la cual es muy difícil no empatizar. Estamos con ella desde el minuto uno. La apoyamos sin duda alguna. En gran media por el acierto de su autora en dibujar muy claramente quién es ella, pero sobre todo por esa enorme actriz que la encarna, Léa Seydoux, perfecta como esta madre en apuros luchando contra su propio día a día…. Maravillosa. De esas interpretaciones memorables que te dejan pegado a la pantalla. Simplemente perfecta.

            Una película dura, pero luminosa, triste, pero optimista, llena de verdad, emoción y amor por la vida y por el cine.

Un comentario sobre “Sesiones de “Aire” fresco.

  1. Hola Felipe! Ya lo comenté contigo, gran película «AIR». De lo mejorcito que he visto últimamente. No le falta ni sobra nada. Entretenidísima. Y me apunto la nueva obra de la magnética Léa Seydoux.
    Abrazos.

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