Y voy a ver estas dos propuestas aún conectadas a la resaca de los OSCAR. Ambas de actualidad por las famosas estatuillas doradas. Una por haber colado a su actriz principal en el último momento. La otra por ser la primera cinta irlandesa nominada en la categoría de mejor película de habla no inglesa. Ambas son cintas pequeñas, pero con emoción de sobra. Dos películas más interesantes que sobresalientes, pero con encanto suficiente, por diferentes razones, para que su visionado merezca la pena. Cine pequeño, pero de gran calidad actoral y con historias llenas de realidad con las que conectar y reflexionar. Vamos con ellas.

“To Leslie”. (Dir: Michael Morris):
Todo lo que se ha dicho de Andrea Riseborough, actriz principal de “To Leslie”, es cierto, y su nominación sorpresa a los premios de la Academia en la categoría de mejor actriz es no merecida, sino, merecidísima. Su trabajo como una madre alcohólica que ha dejado atrás su pasado en busca de un intentarlo de nuevo es brutal y está creíble, e increíble, en cada uno de los fotogramas en los que aparece. Es una de esas “performances” de premio y sólo por ver su sobresaliente trabajo merece la pena ver esta pequeña e independiente película.
También conecto con su historia de segundas oportunidades y de salir adelante y reinsertarse en el día a día tras una mala temporada. Así como conecto con los empáticos personajes que le ayudan en su intento de salida adelante, pero yo, lo reconozco, soy muy facilón y sentimental.
Dicho esto, la película me parece correcta, solamente. Quizá poco original y ya vista. Muy al estilo del cine independiente que tan de moda puso Sundance en los 90 y con un cierto toque de telefilme que no me hace vibrar del todo.
La interpretación de ella, de 10. La película de calidad media. Se deja ver. No te fascina.

“The Quiet Girl”. (Dir: Colm Bairéad):
Acudo a ver esta pequeña cinta irlandesa, rodada en gaélico, porque consiguió meterse en la categoría de mejor película extranjera de los pasados OSCAR, toda una sorpresa, y porque fue el gran éxito de la última “Seminci de Valladolid”. Descubro una cinta especial, delicada, mínima y muy sencilla, pero llena de emoción y sensibilidad. La historia de una chica tímida que será acogida por unos parientes en verano. Un drama que habla de temas muy potentes en torno a la familia, pero de la manera más sobria y despojada de artificios posible, pero llena de poesía y belleza (su uso de la fotografía y de la música es maravilla), muy bien interpretado por sus actores y especialmente por su joven protagonista.
Cine delicado. Casi sin trama, pero no sin historia (hay mucha detrás de cada uno de esos personajes) . Un bálsamo de paz audiovisual al que uno se entrega y se engancha a pesar de que apenas pasa nada. Cine de autor (absténganse amantes del cine «adrenalínico») calmado y frágil, pero con una bonita historia de sentimientos llena de verdad. Y ese final, ese maravilloso final, ….
En definitiva, una original propuesta sólo recomendable para los que gusten de la sencillez y de la tranquilidad. Como un atardecer. Como mirar al mar. Así de sencillo, pero de bello.

Hola Felipe! Ya lo hemos comentado, «The quiet girl» es de esas películas que te tocan la fibra, que te duelen, pero que no puedes dejar de confirmar que es hermosa. Y la niña protagonista es de esos personajes inolvidables. Gran film. Un abrazo, fenómeno.
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Muy recomendable, como hemos hablado, una cinta delicada, sencilla pero llena de fuerza. Cine diferente y lleno de calidad.
Un abrazo.
Felipe.
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«The quiet girl» me parece una maravilla de película. Una historia triste contada magistralmente. Va in crescendo hasta el emocionante final.
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