Y voy a ver estas dos propuestas aún conectadas a la resaca de los OSCAR. Ambas de actualidad por las famosas estatuillas doradas. Una por haber colado a su actriz principal en el último momento. La otra por ser la primera cinta irlandesa nominada en la categoría de mejor película de habla no inglesa. Ambas son cintas pequeñas, pero con emoción de sobra. Dos películas más interesantes que sobresalientes, pero con encanto suficiente, por diferentes razones, para que su visionado merezca la pena. Cine pequeño, pero de gran calidad actoral y con historias llenas de realidad con las que conectar y reflexionar. Vamos con ellas.
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