“Reloj no marques las horas, …” dice el bolero. Y es que hay miedo. Miedo al final. A que se vayan pasando los minutos, pero no de la película que vemos, sino de nuestra existencia. Vivimos el presente, marcados siempre por nuestro pasado, pero con inquietud por ese futuro incierto que no sabemos nunca que nos deparará.
Quizá el final esté cerca. Y nos resistimos a claudicar. Queremos dejar el cartel de “The end” para más adelante. Nunca nos viene bien. Es demasiado pronto el “YA”. Intentamos aguantar hasta la saciedad. Ralentizar lo inevitable. Esquivar el “Se acabó”. El “Game over”. El “la partida ha de terminar”. Queremos amarrarnos a nuestra realidad con uñas y dientes. Luchar contra sean cuales sean las inclemencias, los contratiempos, con tal de no pasar al más allá, de aferrarnos al aquí y ahora, nunca al vete tú a saber mañana. No afrontamos el paso del tiempo. Deseamos nunca claudicar. Pero la guadaña acecha. La arena del reloj cae. Las arrugas nos van advirtiendo. El cronómetro siempre está ahí, marcando la cuenta atrás. Tick, tack, tick, tack, … ¡Ay!, repito, “Reloj no marques las horas, porque voy a enloquecer, …”.
De eso, de la locura por el inevitable paso del tiempo, habla “La abuela”. Vamos con ella.

“La abuela” (Dir.: Paco Plaza):
Tenía muchas ganas de ver “La abuela”. La mezcla de película de terror con cine ibérico siempre es un aliciente. Esto, unido a Paco Plaza en la dirección, con un guion del inclasificable Carlos Vermut (el director de la mágica, valga la redundancia, “Magical Girl”) y la recién llegada, pero con fuerza, Almudena Amor como actriz principal, hacían que mis ganas fueran más que grandes. Se añadía el hecho de que había formado parte, siendo una película de género, algo de lo más inusual, de la sección oficial de San Sebastián, y que había generado muy buenos comentarios y reseñas por todos los lados (también otros que no tanto), aumentaban mi “hype” de verla y que me encantara. Mi deseo de visionarla iba “in crescendo” y ya no había vuelta atrás.
Error. Reconozco la buena mano de Paco Plaza en la dirección, que hay una atmosfera inquietante y perturbadora en todo su metraje, las ganas de Almudena Amor por cumplir, así como el intento de llenar de complejidad una cinta de miedo con una interesante metáfora sobre el paso del tiempo y el horror a cumplir años, … pero no me engancho ni uno de los minutos, y mira que lo intento, de su escaso metraje. Nada. Y no sólo soy incapaz de conectar con lo que me cuentan, sino que encima no me asusto, no paso miedo.
Veo las ganas de crear algo potente y con sustancia. La producción está cuidada y es un interesante ejercicio de mezclar suspense con una prometedora reflexión sobre la vejez, la edad, pero no acabo de entender muy bien las decisiones de un guion que no acaba nunca de funcionar. Ni siquiera Almudena Amor, actriz dotada de presencia, voz y talento (véanla en “El buen patrón” como perfecta antagonista de Javier Bardem), acaba de convencerme del todo en su forzada interpretación. Tiene ganas, se ve, pero, personalmente, se encuentra tan confundida como la historia que se nos quiere contar.
En definitiva, personalmente un fallido intento de hacer cine de terror de calidad y con un aire diferente, un “tiro lanzado al aire” que nunca acaba de encontrar su diana. Tiene desesperación por cumplir su objetivo, nunca lo alcanza. Un servidor se queda frío. Impertérrito. En un estado de “ni fu, ni fa”, de “ni frío ni calor”, que no me provoca nada. Es breve. Pasa rápido. Se puede ver. No te enfada. Pero tampoco me dice nada. Salgo sin emoción. Con ganas de haber estado sobrecogido en la butaca, acongojado, frito de sobresaltos y nervios. Repito: Nada. Como un témpano. Desconcertado.
No mi película. A otros les ha encantado, que quede claro. Decidan ustedes. Yo, al fin y al cabo, no tengo la verdad absoluta, solo una humilde opinión de apasionado cinéfilo entregado al fotograma.
P.D: Veo, por otra parte, “Drive my Car”, la sorpresa japonesa de la temporada y me maravilla, me anonada. Pero de ella os hablo el jueves. Necesito mi tiempo para reflexionar sobre ella y escribiros unas bellas palabras. ¡Hasta entonces, mi “hoymevoyalcinemaniacos”!! Se os quiere.

Uy, no sé yo, entre que las de miedo me dan miedo y tu post… 😀
No la anoto, pero se lo diré a dos que yo me sé qué les molan!
Me gustaLe gusta a 1 persona
No te la recomiendo. Aunque esta, no da nada de miedo. Al menos a mí.
Me gustaMe gusta