Cerrando un gran año de cine español.

 Menudo buen año el del cine español. Aparte de los muy laureados filmes, de los que hemos hablado largo y tendido, como “Maixabel”, “Madres Paralelas” “El buen patrón”, “Libertad”, “Tres”, “Seis días cualquiera”, etc … descubro, a falta de potentes estrenos últimamente, debido al “maldito bicho” que nos tiene a todos en jaque, nuevas y muy interesantes propuestas en la cartelera que, no sólo me sorprenden y me dan más que disfrutables visionados, sino que, me hacen concluir que el pasado 2021 fue un gran año de cine español.

Si la semana pasada me fascinaba esa pequeña joya que ha tenido a bien regalarnos mi paisano charro Rodrigo Cortés llamada “El amor en su lugar” (no se la pierdan, me lo agradecerán), esta semana descubro otras dos cintas que, cada una a su manera, me reportan dos buenos ratos del mejor cine hecho en casa. Me refiero al potente y oscuro thriller “La hija” y la luminosa y bonita comedia dramática “La vida era eso”. Vamos con ellas.

“La hija” (Dir.: Manuel Martín Cuenca):

De brutal, califico este thriller con tintes dramáticos o, viceversa, este drama con tintes de thriller, que gira en torno a la paternidad. Un largometraje de lo más seco, duro y turbio, que, gracias a un ingenioso guion, del que es mejor no saber nada, te va atrapando poco a poco y te mantiene pegado a la butaca sin pestañear en sus dos horas de entretenidísimo metraje. Una pareja acoge a una menor que va a tener un hijo no deseado … y hasta ahí puedo leer, de esta cinta que muestra, algo a lo que nos tiene acostumbrado, por otro lado, su brillante director, la naturaleza más oscura del ser humano, a través de 122 minutos de lo más desasosegantes, oscuros e inquietantes, llenos de sabiduría y buen cine.

Una cinta de lo más entretenida y diferente que no sería igual de brillante sin la entregada colaboración de su excelsa pareja protagonista. Una vez más, Javier Gutiérrez y, la cada vez más presente Patricia López Arnaiz, nos vuelven a obsequiar con un recital interpretativo, sin el que “La hija” no sería lo mismo.

Gran dúo de actores, gran historia, gran trabajo de su director para, en definitiva, una gran y muy recomendable cinta. Atención a ese potentísimo final.

            “La vida era eso” (Dir.: David Martínez de los Santos):

Y si “La hija” me deja sin palabras y boquiabierto ante tan perturbador filme, me lleno de luz y de optimismo en, la notable y bonita ópera prima de David Martínez de los Santos, “La vida era eso”, una “dramedia” (mitad drama mitad comedia) que nos muestra el encuentro fortuito y por azar de dos mujeres absolutamente opuestas, pero que verán como sus vidas se unen para siempre.

Una habitación de hospital, dos mujeres antagónicas que no se conocen de nada y que compartirán por unos días tan aséptica y fría estancia, dos vidas confluyendo para siempre. Esto es, básicamente, lo que nos cuenta esta cinta que invita a exprimir la vida, a aprovechar el tiempo perdido y no estancarse en la grisácea área de la rutina y el desencanto, a pedirle a la existencia “EL TODO” y no dejarse apisonar por “LA NADA”.

Una cinta sencilla, casi mínima o minimalista, como prefieran ustedes, que, a través de sencillas imágenes, resume, en menos de dos horas, el quiz de la cuestión del estar por estos lares y, por lo tanto, del no dejarse escapar ninguno de los segundos de nuestra “cuenta atrás vital”.

Una vez más, son muchos los elementos que potencian esta interesante primera obra de su autor. Su acertado y sencillo guion, la certera y precisa mano de su novel director, su sentido de realidad, su equilibrado tono tragicómico, … pero, nada sería igual, sin ese elevado duelo interpretativo que nos entrega su pareja protagonista. Fantástica, una vez más, natural, llena de desparpajo, de verdad, Anna Castillo. Perfecta, directamente, Petra Martínez, absolutamente entrañable y creíble en cada una de sus escenas. Cuidado, Penélope Y Blanca Portillo, porque el Goya, a lo mejor este año, se os escapa. Como en la vida, nunca se sabe…

2 comentarios sobre “Cerrando un gran año de cine español.

  1. Vi «La vida era eso» y no me gustó tanto. Es verdad que refleja muy bien la realidad, el planteamiento inicial es interesante, está bien dirigida, bien interpretada, pero, según me pareció a mí, empieza mejor y luego va perdiendo ritmo. La historia es mínima y la película se me hizo pesada. Vemos a la actriz comiendo cinco o seis veces, en silencio casi siempre, tortilla, pastas, una y otra vez, venga primeros planos de una señora mayor comiendo… ¿Qué interés tiene eso? Casi al final, cuando deberíamos estar llegando a algún clímax, la vemos ducharse un ratito, ¿para qué? La verdad es que a mí me impacientó y me resultó irritante. Yo agradezco mucho que las películas respeten el ritmo de la narración, y creo que aquí lo han ignorado. Quizá han preferido hacer algo lírico, pero eso, aparte de muy difícil, resiste mal los tiempos largos. En fin, no es mi tipo de película, a cada uno le gusta una cosa.

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    1. ¡Ay, Carlos!!! Si yo no había ido a verla por tus comentarios. Pero al final, hubo un día que era la única que me cuadraba por horario. Y me sorprendió para bien. Es imperfecta, le falta ritmo en el medio, pero me gusta el tema que trata y cómo lo trata. Y sus dos actrices. Para mí una peli sencilla, pero bonita y luminosa.
      Pero ya se sabe que los gustos son los gustos.
      Un abrazo graaaande, amigo.
      Felipe.

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