Menos es más.

Existe una máxima en la vida, que se aplica de manera muy afortunada en muchas disciplinas, que deberíamos tener casi como lema de existencia: Menos es más. Así de sencillo, nunca mejor dicho. No por rizar el rizo, por rellenar desmedidamente, recargar y utilizar todos los recursos, agotar todos los cartuchos y balas de la recámara, o sumar todos los elementos, no por ello, insisto, se consigue el mejor resultado.

Al contrario, a veces a través de lo conciso, sencillo, directo, breve, austero, mínimo, parco, limpio, claro, …  llegamos a un mejor efecto o consecuencia. No por recargado, algo es más bonito. No por sobre explicado, algo es más entendible. No por más cocinado y muy aliñado, algo es más sabroso. Y así podríamos estar días y días. Y es que, en muchos casos, en la sencillez está el gusto, y no necesitamos de mucha parafernalia para conseguir el mayor de los gozos.

Y digo esto, porque es un discurso que le viene que ni al pelo, por cuestiones opuestas, a las dos últimas películas que veo, dos cintas tan diferentes en fondo y en forma, como en resultado. Vamos con ellas.

“Eternals” (Dir: Chloé Zhao):

Existe un gran problema en la última entrega recién llegada a las carteleras del Universo Marvel y es su gran ambición (lo cual no deja de ser loable, por otro lado). Han querido hacer un “más difícil todavía”, olvidándoseles que no siempre tras un triple salto mortal uno acaba cayendo de pie, y este es el caso. Han ido a por todas. Y han querido meter en esta “gran piñata”, que pretendía ser los “Eternos”, todos los chuches, juguetes y confites habidos y por haber. Y ya se sabe, como dicen en mi pueblo, que el que mucho abarca, poco aprieta. Pues tal cual. Echaron un órdago, no les salió la baza.  

De esta manera, no han dudado en meter en el mismo saco un reparto internacional, donde todos los continentes y razas se sientan identificados, diverso sexualmente y variado incluso en cuestión de capacidad-discapacidad, con una historia muy complicada, con referencias a la mitología griega, pero que a la vez entronque con las fases anteriores de este universo de súper héroes, que tenga un mensaje no sólo humanista (por los valores de igualdad en el ser humano), sino ecologista y de cuidar nuestro planeta, con acción trepidante pero con momentos para el pensar, el parar, que contenga una (o varias) historia de amor, con incluso algún momento para el retoce (la primera vez que se ve sexo en este el Universo Marvel), con una producción espectacular, saltos en el tiempo, en el espacio, …. ¡Basta, por favor!! En fin, cuando digo todo, es todo, y el resultado es como aquella que va una boda y que, a pesar de llevar un vestido muy bonito, se ha puesto todos los complementos en un arranque de “antes muerta que sencilla”, que le ha llevado por derroteros alejados a eso tan difícil llamado elegancia. Pues así.

Vamos, que “Eternals” ni bien, ni mal, ni, todo lo contrario. Hay buenas intenciones y pensados elementos sobre el papel, porque los hay,  pero que no acaban de rematar en su ejecución, dando lugar a un resultado que si bien no malo, porque no lo es, no todo los satisfactorio como hubiera podido llegar ser y hubiéramos querido. En definitiva, que esta historia de enviados a la tierra con el fin de cuidar un planeta antes del “Surgimiento”, o nacimiento de un celestial que ponga de nuevo en evolución el universo (la trama es muchísimo más complicada que todo esto, pero podría sintetizarse en esa línea), peca de compleja, de demasiado alargada (aunque no se haga larga), de un claro vaivén en ritmo, exceso de información y de una estética, por qué no decirlo, un tanto kistch y demodé. Lo cual no impide que sea un digno entretenimiento, porque lo es, y un más que digno Marvel, porque también, pero no tan genial como pintaba y hubiéramos querido.

Lo mejor, ese reparto internacional, en la que sobresale una no muy conocida protagonista, fantástica Gemma Chan; el inicio de un nuevo universo que dan ganas de explorar y; esas dos escenas finales (no se vayan del cine hasta el final-final) que te dejan con ganas de mucho más. No el mejor Marvel, tampoco el peor, pero lo suficientemente correcto no para recomendarla efusivamente, porque no, pero sí para pasar una agradable tarde de cine otoñal.  Lo dicho, ni bien, ni mal, ni, todo lo contrario. Avisados quedan.

“Petite Maman” (Dir: Céline Sciamma):

            Y si los “Eternals” representan el barroquismo extremo, “Petite Maman” todo lo opuesto. Todo un buen ejemplo de que a veces la cosa más austera y pequeña es lo más efectivo y disfrutable del mundo. 73 minutos de pura magia, desde el realismo más seco, a pesar de hablar también de conexiones inter-espaciales-temporales (y hasta ahí puedo leer, como decía Maira Gómez Kem, no quiero ser “spoiler”, …), en una cinta corta, directa y muy sencilla (que no simple, para nada), contada en dos escenarios y con apenas un par de personajes.

La historia de una amistad entre dos niñas, en un momento difícil para una de ellas, se acaba de morir su abuela, nos sirve para reflexionar sobre las relaciones maternofiliales, la amistad, el pasado y el futuro, y no se cuantas cosas más. Con apenas cinco secuencias, una decena de escuetos diálogos y una premisa muy pequeña pero inmensa, la aclamada directora francesa (venía de dejarnos ya KO con su “Retrato de una mujer en llamas”) nos cuenta una pequeña historia de relaciones personales con mucho trasfondo, no utilizando ningún tipo de efecto espacial, a pesar de que no todo lo que se muestra tiene una explicación lógico-racionalista.

            Casi como un poema, como una delicada canción de cuna, como un pequeño pero hermoso garabato, como un pegadizo y “naif” trabalenguas. Una pequeña joya de la cartelera, en la que apenas pasa nada, a pesar de ocurrir mucho, y que nos vuelve a mostrar la complejidad de esa fascinante y rebuscada cosa llamada existencia. Una delicia, pero sólo para almas muy sensibles y con ganas de disfrutar de un cine ajeno a la adrenalina, la explosión y la fanfarria. Vamos, que no vengan a verla los “eternals”, porque implosionan al tercer fotograma.

11 comentarios sobre “Menos es más.

  1. Estoy contigo en el comentario sobre Eternals. Es entretenida sin más, pero bueno,se deja ver. Sin embargo, las escenas finales me dejan con ganas de ver la segunda parte. No sabría definirlo muy bien. Esperaremos al estreno de esa segunda parte

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  2. Vi Petite Maman la semana pasada y me gustó mucho a mí también, por las mismas razones tuyas. Pequeñita, mágica, delicada, profunda… Bien hecha! Las pelis Marvel ya no voy a verlas desde hace mucho, me parecen todas iguales… Es un límite mío, lo sé, pero afortunadamente hay muchas más en los cine (de momento)! :–)

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    1. Y luego estoy yo, qué voy tan poquito al cine, que son a las únicas que me escapo jejeje
      Lo importante es mucho o poco, disfrutar de este arte!
      Esto es como la música, unos van a Clásica, otros a Rock, otros…
      Gracias a ambos (Sam y Feli) por los comentarios y orientarnos con los estrenos!

      A pesar de las malas expectativas, intentaré ver Eternals, y pasaré a dar mi opinión 🙂

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      1. Ajajaja, sería fantástico! Al final, y especialmente leyendo, el italiano no es tan difícil de entender para vosotros españoles… no? :–)

        (justo esta creo que no la traduciré, porque lo suyo sería publicarla en francés pero no puedo añadir más idiomas a este blog…)

        Un abrazo!

        S

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  3. Mucha pereza la de Eternals, entre las críticas y lo flojas que están siendo todas las de Marvel tras Endgame me esperaré a Disney+. En mi opinión se están olvidando de lo fundamental, entretener. Esperemos que nuestro amigo y vecino Spiderman nos divierta en Diciembre en cines…

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