Vivimos en un mundo machista y patriarcal. Y el que no lo ve es porque está ciego. Sí, es verdad que mucho se ha evolucionado en los últimos años, y, por suerte, ser mujer hoy en día nada tiene que ver con lo que era no hace tantos años, pero, por desgracia, y aunque nos cueste mucho asumirlo, aún quedan muchas barreras y objetivos por conseguir.
Todavía nuestros telediarios y periódicos nos asaltan con increíbles y terribles noticias de violaciones múltiples, horrendos e insensatos asesinatos por violencia de género, irracionales y descerebradas “manadas” capaces de actos abominables, y demás titulares maquiavélicos sobre gente carroñera e inmunda que desahoga sus frustraciones y maldad sobre el sexo considerado hasta ahora, por las más obtusas mentes, como débil.
Eso por no hablar de desigualdades laborales o de falta de presencia, a pesar de que los expedientes académicos del sector femenino nos vapulean por “goleada” a los «menos aplicados» varones, en puestos de relevancia, u otras desigualdades de índole social y laboral.
Todavía, aunque cueste creerlo, ellas tienen que vivir con la cruz del miedo a volver solas a casa, con el que se les califique aludiendo a términos de profesiones de mala reputación, digámoslo así, por no usar palabras malsonantes, por según sea su indumentaria o porque simplemente les guste disfrutar del goce de su cuerpo, aguantar comentarios groseros y sexistas simplemente por el hecho de ser mujer y muchas otras injusticias varias. Eso, en el primer mundo, que, si te vas un poquito más lejos, ya ni te cuento, el horror al que a veces tienen que someterse por el hecho de ser féminas y las injusticias (burkas, lapidaciones, ablaciones y demás aberraciones que llenarían un largo etcétera) se multiplican por cientos, miles, millones, infinitas, … En fin. ¡Qué pena!!
De eso habla la última interesantísima película del grande Ridley Scott, de lo injusto de ser mujer en un mundo de lobos, digo, de hombres. Vamos con ella.

“El último duelo” / “The last duel” (Dir: Ridley Scott):
Tenía mucha curiosidad por ver la última creación del grandísimo Ridley Scott, un director que me encanta y que me ha regalado algunas de las mejores experiencias que he vivenciado en un cine, “Alien” y “Thelma y Louise” a la cabeza. Aunque iba con el miedo de que últimamente su arte y buen hacer estaban de lo más irregular y anodino. Pues me vuelvo a reconectar con él en este su último filme, “El gran duelo”. Un entretenidísimo drama judicial, situado en la Edad Media, que, aparte de mostrarnos los entresijos de un injusto sistema feudal en el que tu vida dependerá de quién seas, tu estatus social y del apellido que tengas, nos sirve de perfecto análisis de un mundo absolutamente machista y de absoluto dominio masculino, a través de una especie de caso de “ME TOO” en épocas del medievo y entre “colegas” de feudo.
Todo ello a través del interesantísimo relato en el que una mujer intentará defender su verdad en un mundo de lobos, perdón, otra vez, de hombres, en el que, cualquiera sea la fémina que se precie, tiene todas las de perder. Todo a través de un caso de violación, contado, dándole de este modo un mayor interés a la narración, a través de 3 puntos de vista: 1) el de la víctima, esa mujer dispuesta a lo que sea con tal de defender su verdad; 2) ese su heroico marido, perfecto soldado en batalla, pero perdido en un mundo conyugal en el que su vanidad y la “verdad de Dios” (tócate los …), le tienen totalmente descentrado; y 3) ese impune violador, que, como buen macho de la época, ha campado a sus anchas sobre un mundo de sometidas mujeres en las que, ¿hasta ahora?, nadie le ha parado los pies.

Interesantísima, entretenidísima, muy cuidada visualmente, gracias a una producción impecable en la que todo está mimado (vestuario, localizaciones, decorados, …) y donde cabe destacar unas grandísimas escenas de batalla, que el Sr. Scott rueda a la mil maravillas, amén de un fiel y sustancioso análisis de una época dominada por un injusto sistema feudal, auspiciado por una religión (¡Cuánto mal se ha hecho en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo!!!!!) absolutamente nada condescendiente con el género femenino, la cual ya desde el principio de los tiempos de la cristiandad presentaba a ELLA como Eva pecadora, así como un brillante alegato feminista, más actual de lo que a uno le pueda parecer, en el que queda muy claro el difícil papel de la mujer en un mundo dominado por lobos, ¡uy!, digo, que me vuelvo a confundir, hombres.
A destacar sus tres intérpretes protagonistas, fantásticos. Grandes Matt Damon y Adam Driver. Perfectos en sus roles. Inmensa Jodie Comer, en una interpretación que bien le puede valer una merecidísima nominación al OSCAR, inconmensurable y llena de registros, como esa mujer desorientada y presa de la voracidad más salvaje e insensible de un mundo copado por seres con demasiados testículos, pero poca sensibilidad en vena.
En definitiva, una más que digna cinta, un poderoso alegato a favor de la mujer, un buen largo de época, con acción y adrenalina para los deseosos de realismo bélico, y, encima, con un potente mensaje. En definitiva, una muy recomendable película. Gracias por estar de vuelta, amigo Ridley.

Interesante propuesta de Ridley, habrá que anotarla porque soy muy medieval yo 😀
Además reencontrarnos con el par de Damon+Affleck es una alegría 🙂
Junto con Driver, casi nada!
A la chica no le tenía seguida la pista, veo que salía en FreeGuy…
Gracias por los aportes, anotada queda
Me gustaMe gusta