Que Katheryn Bigelow y Guillermo del Toro son dos grandes es algo sabido por cualquier cinéfilo que se precie. Su filmografía les avala y su peculiar manera de mostrar el mundo a través de los fotogramas los define como dos de los directores más potentes y personales del panorama cinematográfico actual, o al menos para un servidor.
A Bigelow le debemos obras tan redondas y contundentes como “The Hurt locker”, “Detroit” o, mi favorita, “La noche más oscura”, así como ese cine político, lleno de suspense y thriller, de enorme denuncia social, casi documental, lleno de tanta veracidad como sentido del espectáculo.
A Del Toro esa su peculiar y enormemente creativa visión cinematográfica, llena de fantasía e imaginación, pero siempre con un potente trasfondo, que ha generado obras tan fantásticas como “El laberinto del fauno”, “El espinazo del diablo”, “La forma del agua”, “El callejón de las almas perdidas” o “La cumbre escarlata”, entre muchas otras.
Curiosamente los dos acaban de estrenar sus nuevas obras en salas, aunque con un estreno limitado, ya que NETFLIX está detrás de ellas como productora y se reserva para su pase por pequeñas pantallas estas dos grandes bazas. Mi opción, ya lo saben, es siempre la pantalla grande. Pero vayan o no al cine, o la acaben viendo en casa, esto es lo que pienso de ambas.

“Una casa llena de dinamita” / “A house of dynamite” (Dir: Kathryn Bigelow):
Pura tensión es lo que siento al ver “Una casa llena de dinamita”, cinta que reproduce, casi a manera documental, desde tras puntos de vista, los minutos previos a un posible ataque nuclear a los EE. UU. El resultado, divido en tres capítulos paralelos y complementarios, vibrante, lleno de emoción y súper interesante. Más cuando es contado con ese estilo de rigor casi milimétrico, lleno de seriedad y de espíritu básicamente documental, sin que ello le reste en ningún momento pasión cinematográfica, al que nos tiene acostumbrados su talentosa directora.
No despego la mirada de la pantalla. Me devoro sus casi dos horas de metraje viendo el sufrimiento, la incertidumbre, el desasosiego, el miedo, la incredulidad, la expectación, … emociones que vivencian los numerosos personajes, que pasan de manera muy coral por las imágenes, las cuales responden a un guion tan certero como lleno de adrenalina. Sus actores, en sus breves, pero muy suculentas apariciones, fantásticos. Desde Rebecca Ferguson, Idris Elba, Gabriel Basso, Jared Harris, … todos lo bordan en sus roles al límite por ese posible ataque nuclear. Fantásticas también las pulcras, llenas de realismo y objetividad, imágenes creadas por su directora, amén de su portentoso equipo, las cuales hacen que la sensación de verdad y, por tanto, de angustia, aumente en cada uno de sus segundos.
Una película que te hace sufrir y pensar, mucho, por ese potente debate que genera en torno al mundo que hemos creado, el cual, el día que empiece con su guerra nuclear, no podrá jamás parar. No se la pierdan, fantástica. Avisados quedan.

“Frankenstein” (Dir: Guillermo del Toro):
También me gusta mucho lo nuevo de Guillermo del Toro. Su peculiar versión del mito de Frankenstein, sin parecerme redonda, está llena de belleza y de gran cine. Belleza, por la bonita y triste historia que cuenta, la de ese “monstruo” creado por un científico con ansias de posteridad, quien se ve perdido y repudiado una vez es traído a este complejo e incomprensible mundo. Gran cine, por su contundente y épico guion, bien narrado y efectivo, por su cuidadísima producción, fantástica, así como por la maravillosa y siempre híper creativa visión del director mexicano.
La disfruto mucho. Me entretiene y en algunos momentos me emociona. La sigo con devoción, aunque puede que sea verdad que la encuentre un poco alargada. Me gusta su reparto, lleno de actores fantásticos. Su espíritu romántico lleno de fuerza expresiva y belleza plástica. Su música, preciosa, una vez más, grande, el señor Alexandre Desplat. La poesía que desprende sus imágenes. El debate que suscita sobre el creador y su obra. Sus apasionantes imágenes. Es una obra cuidada y valiosa. Imperfecta pero valiosa. Pero lo que más me gusta, sin duda, es la creación actoral del joven y prometedor Jacob Elordi como Frankenstein. Con apenas ropa, ni palabras, es capaz de llenar de humanidad y poesía a su “monstruo”. Su trabajo es impecable y lleno de belleza, fascinante y muy plausible, y roba el corazón a toda la platea, al menos el mío, así que entiendo el aplauso unánime que está generando por su interpretación. Fantástico.
En definitiva, buen cine, épico y romántico. Creativo y ambicioso. Lleno de fuerza audiovisual y de magnética narración. Y con una dirección, producción y trabajo actoral, estupendos.
Lo dicho, si pueden verlas, véanlas. Y si puede ser en una pantalla de cine cuanto más grande mejor, pues ideal. Y si no, en NETFLIX (una ya la tienen, la otra se estrena este viernes). Pero de una manera u otra, acertaran si se deciden por ellas, mis queridos “hoymevoyalcinemaniacos”.

Hola Felipe.
Estupenda «FRANKENSTEIN». Gran película. Y que me hace traer el recuerdo de la, creo que injustamente valorada, versión de Keneth Braghman.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me alegro de que te haya gustado. Creo que Del Toro ha creado una buena versión. Tendré que revisionarla la de Branagh. La vi en su momento pero no me acuerdo de te me pareció.
Un abrazo. Felipe
Me gustaMe gusta