Existe un género en sí mismo que es las “Pelis de segundas oportunidades” (también está el del porno, pero de ese mejor no hablo, no soy ningún experto, … ¡je!, palabra). Sí, el de las películas de volver a empezar. De reiniciar. De intentarlo de nuevo. De haber tocado fondo y hacerse un “ave fénix”. Salir de las cenizas y remontar el vuelo. Mirar de nuevo hacia adelante y tirar “pa´rriba”. Dejar atrás el “embarrado” pasado y volver a la casilla de salida. Al inicio. Al principio de todo. A darse “chance” y regalarse uno mismo una nueva oportunidad. Para esta vez, no fallar.
De eso habla la última película que veo, bueno, de eso, y de porno, pero eso es otra historia…

“Red Rocket”. (Dir. Sean Baker):
Tenía muchas ganas de ver “Red Rocket”. Su director, Sean Baker, me había fascinado con su anterior película, “The Florida Project”, una preciosa mirada a la ingenuidad de la infancia centrada en una niña viviendo en un muy desfavorecido barrio pegado a Disneyworld, perfecta metáfora de lo paradójico de este desigualado e injusto mundo. Su nueva obra, “Red Rocket”, se había estrenado en el último Cannes con muy buenas críticas, especialmente para su protagonista, lo cual aumentaba mi entusiasmo.
Su director, Sean Baker, vuelve a demostrarme en esta su nueva obra que tiene muy buena mano para reflejar la cara más lumpen de los EE. UU, sin prescindir del sentido del humor y un preciosista y luminoso sentido de la estética. En este caso nos cuenta la historia de un actor porno venido a menos que ha tenido que abandonar a la fuerza Los Ángeles para volver a su pueblo natal. Allí acudirá a pedir ayuda a la que todavía es su esposa (no se han separado legalmente, aunque su relación está muerta) e intentará empezar de nuevo en la localidad donde vivió su infancia y juventud. En el medio, una serie de pintorescos personajes y no menos pintorescas situaciones, en un curioso fresco lleno de verdad, que sirve de reflejo de la cara más desfavorecida de Norteamérica, sin caer nunca en el victimismo ni en la compasión (algo muy del sello de Sean Baker).
Muchos son los aciertos de la película del cineasta independiente americano. Para empezar una curiosa historia, minimalista y sencilla, pero llena de capacidad observación y originalidad, muy bien contada a través de un directo y nada barroco guion. Un actor en estado de gracia, anteriormente estrella del porno (no sólo en la película, también en la vida real), con un enorme, y cuando digo enorme, es enorme, talento (y no sólo interpretativo, ustedes me entienden, ¿no?). Su carisma y sentido de la verdad (estuvo en todas las porras para estos OSCARS de este año y fue premio de interpretación en Cannes) traspasa la pantalla en cada uno de los planos en los que aparece. Mucho sentido del humor (a veces bastante negro, lleno de sarcasmo, nada naif), que quita tragedia a lo que sucede y a las míseras vidas de sus personajes. Un bello uso de la cámara y de la fotografía, sello del director, lleno de luz y belleza. Un desenfadado y desinhibido reflejo del sexo, sin tapujos, ni censuras, mostrado de manera natural y directa, pero sin caer nunca en lo morboso y sórdido.
Un “pero”, sí… Tras un perfecto inicio y un no menos redondo final, quizá su parte central peca de reiterativa y un poco alargada. Su desarrollo se enroca en su conflicto en su parte central, restándole ligereza y frescura al resultado. Un corte de 20 minutos no le habría venido mal en su segundo tercio. Al menos para el que suscribe estas líneas.
Aun así, cine de autor, fresco, original, peculiar, independiente, diferente, entretenido, pero con su enjundia, veraz y lleno de gracia, y con calidad suficiente para pasar una buena tarde de cine, con una notable y excéntrica cinta. Al menos, yo la pasé. Ahora decidan ustedes, si es que la ven, mis “hoymevoyalcinemaniacos”. Que, como siempre digo, cada uno es cada uno.
Feli, me ha encantado el comentario que haces de Red Rocket, dan ganas de ver la peli solo con leerte.
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Gracias, amigo. Con gente como tú, escribiría siempre. Abrazo enooooooorme.
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Yo, qué sí soy un gran experto en este tipo de cine 😀
la anotaré para verla… jejeje
Ayer viendo el hormiguero, Juan, el qué hace de una hormiga, contaba una anécdota de pequeño con la peli de los viernes en el plus 🙂 qué grande…, y tú qué lo tenías fijo de pequeño… seguro que podrías contar alguna anécdota similar al respecto jejeje
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Me parto. Al no ser experto en el tema, casi me reservo mis anécdotas… ¡je!!!
Abrazo XXX.
Je!!!!!
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