Y seguimos con lo que va viniendo del festival de Cannes a nuestras pantallas. Cine con personalidad y de calidad que nos regala dos de los personajes masculinos más fascinantes de lo que llevamos de año. Si en la anteriormente comentada cinta llegada del Festival francés, “Lazzaro Feliz”, señalábamos como lo mejor de su metraje el también fascinante personaje sobre el que gira la trama, ese Lázaro feliz, especie de ángel, no solo de aspecto (parece un querubín sacado de una obra prerrafaelita) sino de corazón, toda su bondad sirve de perfecto contrapunto para entender el carácter abusivo y egoísta del hombre (la condesa de Luna somete y abusa de sus campesinos sirvientes, los cuales a su vez abusan de la bondad de su amigo y familiar Lázaro; nadie, salvo seres muy puros y honestos, ese Lázaro, se escapan al abuso de poder y de clases), aquí en estas dos obras volvemos a contar con otros dos “ángeles” pero de muy de muy diferente índole, atraídos o corrompidos por el siempre presente en nuestro mundo “belcebú” y su atractivo paraíso del mal.
“El ángel”. (Dir: Luis Ortega):
De Argentina nos llega esta potente obra que nos habla de “El ángel” o como se conocía al que ha sido uno de los mayores criminales y ladrones de la historia del mencionado país sudamericano. Un auténtico especialista del hurto que se caracterizó por su falta de empatía hacia el ser humano (robaba por el placer de robar, nada más) y por su aspecto aniñado, a medio camino entre un arcángel, de ahí su apodo, y Marilyn Monroe. Un muy atractivo y peculiar personaje, “un ángel del mal”, en una, como poco, singular y también atractiva y peculiar película, la cual está a medio camino entre un “biopic”, una peli de Tarantino (por su modo de mostrar la violencia) y el homo-erotismo de un film de Almodóvar (si algo caracterizó a “El ángel” fue su homosexualidad, así como su ambigüedad física por su androginia, lo cual es aprovechado por su director para introducir un afortunado enfoque “queer” en ciertos momentos de la cinta). Ahí queda eso.
“El Angel” es una buena película. Es entretenida e interesante. Posee atmosfera y garra. Tiene grandes interpretaciones: el actor que da vida a nuestro timador protagonista, el debutante Lorenzo Ferro, está soberbio, como lo está también el resto del reparto (en este sentido a destacar al antagonista, interpretado con entrega por Chino Darín, el hijo, y prometedor actor, del grandioso Ricardo Darín). Su director tiene madera de sobra para crear tensión y atmósfera. La elección de los temas de la banda sonora y el uso de la música (y en este sentido también nos recuerda a Almodóvar y a Tarantino) es fantástico. En fin, un montón de buenas cualidades para un notable filme que bien vale su entrada en pantalla grande; muy recomendable especialmente, eso sí, para aquellos que busquen interesantes películas fuera del circuito más comercial.
“Dogman”. (Dir: Matteo Garrone):
Y si me gustó “El ángel”, me encantó “Dogman”, la nueva película de Mattteo Garrone, más conocido por ser el director de la muy polémica y comentada en su época “Gomorra” (directo retrato de la mafia siciliana), filme que también se estrenó en la Sección Oficial del Festival francés de este año, convirtiéndose en una de las cintas favoritas de la crítica, aunque finalmente solo se alzara con el premio al mejor actor. Vamos con ella.
“Dogman” cuenta la historia de Marcello (INCREÍBLE, con mayúsculas, Marcello Fonte) un cuidador y peluquero de perros que vive felizmente rodeado de sus amigos en un costero pueblo italiano. Marcello tiene una hija, fruto de una relación anterior, a la que adora y con la que comparte su pasión por el submarinismo, actividad que practican cuando están juntos y tienen tiempo libre. Ambos sueñan con algún día ir a Maldivas o simplemente a Calabria para seguir practicando su hobby pero en nuevos y exóticos lugares. Marcello es un hombre sencillo y feliz, pero vive en un barrio no muy favorecido y donde los problemas de violencia, extorsión y droga son una realidad con la que tienen que convivir a diario. Y es ahí, cuando entra en juego Simone (muy creíble también Edoardo Pesce), un vecino y conocido que complicará la existencia de nuestro adorable protagonista. Un Marcello noble, honesto y buena gente, querido por todos, que solo quiere vivir en paz disfrutando de lo que más le gusta, sus perros y su hija. Pero esto no le será posible, debido a su descorazonado entorno, y su existencia se convertirá en un infierno debido a esa terrible realidad que le rodea de la que no le será posible escapar. Y a partir de ahí todo un “vía crucis” en busca de la supervivencia hasta uno de los finales más potentes y violentos, avisados están, que he visto yo últimamente (quizá lo más cuestionable de la película, aunque no deje, por su fuerza indiferente a nadie) en pantalla.
Un bonita, dura, triste, veraz y demoledora (reflejo de la realidad italiana en muchos sectores de la población) película que te engancha desde el principio y de la que no te puedes desconectar más, sobre todo por ese maravilloso personaje que es Marcello (de los que se quedan grabados en corazón y mente) y que da vida de manera magistral el debutante Marcello Fonte (merecidísimo su premio en Cannes, como todos deberían ser suyos el resto de los premios europeos interpretativos de este año; su verdad es absoluta y el personaje que ha creado totalmente maravilloso) un “ángel” en tierra que verá como su desesperada situación le obligue a convertirse en feroz “demonio”, lo cual humaniza y hace aún más creíble la historia y el personaje, lleno de sed de venganza. Un “ángel” real, con sus dobleces, como todo ser humano, que solo buscará, aunque no le dejen, el poder disfrutar de sus adoradas criaturas terrenales (sus mascotas y su pequeña y amada hija) y vivir su existencia en tierra en paz.
Brutal, potente, hermosa, triste, real, entretenida, entrañable, demoledora, feroz, absorbente, muchos son los calificativos que podría poner a esta sobresaliente pequeña obra de arte y no me quedaría corto. Al menos a mí me ha encantado. No se la pierdan. Durísima, más bravísima, como dirían los italianos.
¡Qué buena pinta las dos!
Aún están, en horarios un poco chungos, pero a ver si consigo verlas.
También te he leído y escuchado hablar muy bien de Superlópez. No es la peli que más me apetece pero, como la recomiendas tanto y tan bien, quizás un día navideño me acerco a verla.
Ayer estuve viendo Suspiria, que me gustó bastante (mis padres salían diciendo que nos devolvieran el dinero). Me gustó el argumento, el ejercicio estético y Dakota Johnson. Hay un par de escenas, además, súper macabras, que generan tremenda ansiedad y que, por otro lado, son maravillosas.
Ya nos contarás, ¡ánimo con estas dos últimas semanas antes de vacaciones!
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iHola Esther!
Ante todo gracias por seguirme e incluir un comentario. De las de la cosecha de Cannes te recomiendo sin duda “Dogman”, es la que más me gustó de todas. “Súper López” es solo un buen entretenimiento. Risas para una tarde de palomitas y humor español. Pero yo me reí mucho. “Suspiria” me muero de ganas de verla, así que a ver si me puedo escapar pronto. Ya la comentaré cuando la vea. Un saludo:
Felipe.
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