Yorgos, Emma y sus locuras.

            Yorgos Lanthimos, director griego que se encumbró en el mundo del cine autoral con la presentación en Cannes, hace ya muchos años, de su película “Canino”, haciéndose posteriormente un hueco en Hollywood, convirtiéndose en ese director independiente con el que todas las estrellas de Hollywood quieren trabajar, te gustará más o te gustará menos, pero nunca te dejará indiferente. Su cine, absolutamente personal e intransferible, se caracteriza por alejarse completamente de las convenciones “mainstream”, obligando al espectador a algo más que pasar un buen rato, dejándose sacudir por sus originales y extremas historias, y, de paso, teniendo que reflexionar sobre el demoledor mundo que hemos creado, absolutamente deshumanizado y lleno de cosas por mejorar. Por ello que sus historias y filmes me interesen, convenciéndome más unas que otras, pero nunca dejándome neutro, sino más bien, todo lo contrario.

            Me vuelve a pasar con “Bugonia”, cinta que no sólo me entretiene, con su original y muy peculiar historia, sino que me deja en shock, por su metraje altamente extremo y nada convencional. Aun siendo imperfecta la disfruto mucho. Como disfruto enormemente de nuevo de la interpretación de su fiel y maravillosa musa, la siempre perfecta Emma Stone. Esto es lo que me parece su nueva y delirante colaboración juntos.

“Bugonia” (Dir: Yorgos Lanthimos):

Disfruto mucho de “Bugonia”. No me parece su mejor película, pero sí otro ejemplo del cine complejo, estimulante y absolutamente distinto de Yorgos Lanthimos. Otra de sus originales y absolutamente desquiciadas, marcianas, alocadas e infinitamente delirantes creaciones, al que nos tiene acostumbrados el creador griego. Cuenta la historia, es mejor saber poco o nada, de dos americanos conspiracioncitas que secuestran a una importante ejecutiva porque creen que es una alienígena, como una de las otras muchas que les rodean y han venido a acabar con el planeta. Ahí es nada.

La historia no puede ser más original, aunque se trata de un remake, y respira cine de Lanthimos por todos lados. Es una cosa tan loca como desquiciante, tan original como salvaje, violenta, muy gore, divertida, impredecible, desenfrenada, explosiva, … Toda una “freakada”, nada convencional, cero acomodada, menos conservadora, innovadora y lejana del cine de grandes masas. Nada fácil. Todo lo contrario. Además, está llena de fondo. Es muy inteligente y llena de miga. Imperfecta, pero gozosa. No redonda, pero muy disfrutable. Quizá un poco extrema, quizá también un poco alargada. Pero muy estimulante, juguetona, diferente, disfrutable y plausible. Al menos, para el que escribe estas líneas. Porque como buena “marcianada” de Yorgos, no para todos los públicos, menos para todos los estómagos. Avisados quedan. Acérquense a las salas si les gustan las experiencias fuertes. Muy fuertes. Sí, es una de esas cintas que no te dejan indiferentes. Muy loca. Pero muy entretenida y valiosa. Y con un dúo de actores de matrícula de honor.

Emma Stone vuelve a demostrar que es una de las mejores actrices vivas de la actualidad y que sus colaboraciones con Lanthimos no pueden ser más eficientes y valiosas. Le sienta muy bien este nuevo rol de musa del cine independiente más original, creativo y bizarro. Una vez más, lo borda, y su papel como alta ejecutiva que es secuestrada pero que no pondrá nada fácil su secuestro es brillante.

Aunque la función es de Jesse Plemons, impecable, perfecto, genial, como ese hombre obsesionado con las teorías conspiracioncitas de planetas lejanos, que hará lo necesario para salvar su amada tierra y a los suyos, de esa su teoría de invasión alienígena.

Pues la disfruté, mucho. Si bien es verdad que no la encuentro perfecta, por los motivos comentados anteriormente, me entrego a ella. Me dejo arrasar por sus rompedoras imágenes, por su rara trama, por su salvaje propuesta. Me entrego a Yorgos, a Emma y a Plemons. Porque me traen algo rompedor, distinto, chocante, radical y, por todo ello, agradezco que me saquen de mi zona de confort y me lancen a un cine tan innovador y arriesgado, nada sencillo de ver ni degustar, como necesario. Seguiré los pasos de tan sobresaliente trío. Lo prometo. Palabra de cinéfilo deseoso de cine transgresor y que rompe moldes.