El final de curso y su caos. (Schrader y las 8 montañas).

Llega el final de curso y con él el caos. Parece que los dioses se unan para conjurar y decidir que esta etapa del año te deje exhausto para caer en picado en el maravilloso abismo de las vacaciones. Para que uno llegue con ganas de caer rendido en el fabuloso paraíso del no hacer nada. Del “dolce far niente”. Del 0 vital. Del “reset” final.

Pero antes, a ganárselas. Y con ello, llega el maratón existencial previo a la meta “final de carrera”. Al “the end” del año académico. Al menos para un servidor.  Padre y profesor. Que si evaluaciones, exámenes, los tuyos y los de tu hijo adolescente, que si una boda, las fiestas del pueblo, las actuaciones de final de curso, las tuyas y las de tus hijos, las ligas finales de la temporada, el campeonato no sé qué, el festival no sé cuál, … La entrega de memorias, informes, el disfraz de final de curso, las notas, la mochila del campamento, …. ¡Jarrrrr!!! Parece que no hay fin. Que no llega el final. Y a todo esto, el inesperado ingreso hospitalario de tu madre y el susto total (a ella, porque la quiero con locura y es lo más de lo más, le dedico este post, ¡va por ti, mami!!!).

Menos mal que tras la tormenta llega la calma y que dentro de muy poco llegarán, mañana concretamente, esas ansiadas vacaciones en las que relajarse y entregarse al disfrutar. Eso y que siempre nos quedará el cine, ese remanso de calma y de pasión, donde aún encuentro algún ratillo para escaparme y evadirme, así como encontrar la paz.

 De hecho, aunque no haya escrito últimamente en el blog, veo cuatro pelis en pantalla grande en estas semanas previas. Hoy voy con las dos primeras. En breve os hablaré de las otras dos. Vamos con ellas.

“Las ocho montañas” / “Le otto montagne”. (Dir: Varios directores):

Tengo curiosidad por ver “Las ocho montañas”, película ganadora este año del David de Donatello (los Goyas italianos) a la mejor película y de la que he oído cosas muy buenas. Me gusta este drama contemplativo, elegante y espiritual que habla de AMISTAD, pero de AMISTAD con mayúscula, esa que es inquebrantable a lo largo del tiempo y que no se doblega ante los inevitables sinsabores de la vida y ante los inesperados giros existenciales que marcan nuestro camino.

Cuenta la historia de dos amigos a lo largo del tiempo y de su relación con el lugar donde surgió su amistad, al que hace referencia el título de la cinta. Es un drama bello y sereno, contado con mucha paz y delicadeza, y que trata muchos temas como las relaciones personales y el encontrar nuestro lugar en el mundo. Todo desprende verdad y sensibilidad y tanto su temática como su belleza formal te atrapa y hace que te enganches a su nada frenético, todo lo contrario, metraje. No me resulta una cinta sobresaliente, pero sí lo suficientemente llena de calidad y original, como para que salga más que convencido de ella.

Me enganchan sus dos personajes principales, sus devenires existenciales y existencialistas, y quiero saber de su historia. En gran parte por el interés que me provocan sus caracteres, ambos potentes y originales, por su naturaleza nada convencional, fantásticos en gran medida por el muy conseguido trabajo de sus dos protagonistas, en especial, el de Luca Marinelli, perfecto, sin duda uno de los actores europeos más talentosos del panorama actual.

Sin resultarme una película excelsa, me alegro de haberme dejado llevar por la intuición y de haber podido disfrutar de este sutil, relajado y delicado drama.

“El maestro jardinero” / “Master gardener”. (Dir: Paul Schrader):

De características similares es “El maestro jardinero”. Un drama solemne, serio, de naturaleza contemplativa y existencial, de ritmo sosegado y sereno, pero con mucha fuerza argumental. Habla de las consecuencias de nuestro pasado, de la determinación que provoca en nuestras vidas las decisiones de nuestro ayer. De como las cicatrices de nuestro YO anterior nos acompañarán de por vida, aunque hagamos todo los posible por eliminarlas y dejarlas atrás.

Tiene dos puntos fuertes, éste el nuevo filme del siempre interesante Paul Schrader: uno es su potente e interesante temática, centrada en un jardinero metódico y hermético cuyos actos pasados han marcado su devenir vital y cuya vida se complicará aún más cuando tenga que hacerse cargo de una joven familiar de su adinerada jefa, y, el segundo, es su actor principal, un fantástico Joel Edgerton, cuyo personaje y actuación es sin duda lo mejor de esta notable película.

También disfruto de su metraje. De su naturaleza calmada, aunque de contundente temática y conseguido misterio. No me parece el gran drama de la temporada, pero sí una interesante película que veo sin inmutarme. Salgo con ganas de más películas del siempre afinado Paul Schrader y, sobre todo, de más papeles para ese actorazo que es Joel Edgerton, el cual se debería de prodigar mucho más en pantalla. Suya es, sin duda, la película y mío su aplauso.

P.D: He visto también lo nuevo de Wes Anderson, “Asteroid City”, y de Jennifer Lawrence, “Sin malos rollos”. En unos días os preparo mi crónica. Hasta entonces, “hoymevoyalcinemaniacos”.