No sé cómo lo hacen, pero siempre lo consiguen. Se metan en el berenjenal que se metan, no sólo no salen ilesos, sino triunfantes, llenos de gloria, absolutamente victoriosos. Me refiero a Pixar, esa productora de animación, anexionada a DISNEY, que desde que supimos de su existencia no ha parado de darnos buenas sorpresas a los cinéfilos año tras año. Y es que, indaguen en la temática que se tercie, siempre acaban sacándose una historia de la manga, una trama de la chistera, de lo más original y disfrutable, consiguiendo entrega tras entrega una película de lo más atractiva y plausible, una joya de la animación de lo más curiosa y sorprendente. Da igual el tema que afronten, el resultado siempre suele ser más que correcto o, como en el mayor caso de su filmografía, extraordinario, magnífico, excelso.
Y mira que han reflexionado sobre todo tipo de temáticas, pero nada, no fallan. Ya nos han hablado de la muerte, de la inspiración y del alma (“Soul”), de la infancia (“Toy Story”), de la gastronomía (“Ratatouille”), de la vejez (“Up”), de la imaginación y los sueños (“Monstruos S.A.”), de la mente (“Del revés”), la muerte (“Coco”), … en fin, de tantas y tantas cosas. Pues ahora han decidido hincarle el diente a la adolescencia. Ahí es nada. Se han atrevido a dedicarle una cinta a ese terrible momento en que uno no se encuentra, se pierde, en el que sus emociones están a flor de piel y la sensibilidad “a fuegote”, las hormonas ni te cuento. Ese momento en que uno no es niño, pero tampoco es mayor, donde uno quiere empezar a volar libre, pero sin ser capaz del todo de despegarse del nido, en el que quieres caminar a tu bola, pero sin que te acaben de soltar del todo la mano … Suelto, pero agarrado. Paradojas de la vida. Ese momento en que nadie te entiende, pero menos tú mismo… En que llegan los cambios físicos, los primeros amores, también olores, malos, y muchos sudores, dudas, miedos, temblores, la regla, los granos, las inseguridades, paranoias, … Sí, la terrible adolescencia. La maldita pubertad.
Pues lo dicho. Que lo han vuelto conseguir. Pues el resultado de su nueva película, “RED”, vuelve a ser fantástico y para nada, dada su temática, un largometraje de “niñatos”, sino todo un filme de madurez.

“RED” / “Turning red”. DISNEY PLUS. (Dir.: Domee Shi).
No os creáis que las tenía todas conmigo respecto a “Red”. Tenía ganas de verla, no voy a mentir, porque PIXAR siempre es PIXAR, pero el hecho de que la estrenaran directamente en la plataforma y no en cines, como a mí me hubiera gustado, me añadía cierta pereza a su visionado, no puedo remediarlo, un cine siempre es un cine. Pues cambio de idea a los cinco minutos, sí, y es que la historia de esta niña, genial personaje el de MeiLin Lee, de ascendencia china pero residente en Toronto, que ve como su mundo se desmorona cuando entra en el incontrolable mundo de la adolescencia, más cuando en el momento en que tiene un brusco cambio de humor se convierte en un panda gigante rojo, me engancha desde el primer momento, haciéndome pasar más que un buen rato en familia.

Divertida, entretenidísima, original y muy creativa, este “Red” de la casa Disney vuelve a ser todo un triunfo para mayores y peques. Una película que no sólo cuenta con una trama muy cuidada, llena de giros y sorpresas, así como una muy trabajada animación, otra de las señas de la casa, sino en la que se habla de muy interesantes aspectos de la existencia como tradición y progreso, paternidad y educación y, por supuesto, de crecer, de dejar de ser ese pequeño ser al que se lo hacen y por el que deciden todo, para empezar a ser un individuo lanzado a tener decisiones propias y, por tanto, cometer tanto aciertos como errores, a triunfar como estrellarse.
No la mejor cinta de PIXAR, para nada, pero sí que una más que notable película, amena a más no poder, llena de sentido del humor de lo más fino e inteligente, situaciones rocambolescas y poco esperables, personajes entrañables y llenos de gracia, y que refleja, tirando de una historia llena de magia y con cierto toque paranormal, de una manera muy veraz y acertada, el que es ser eso de ser adolescente.
En definitiva, una cinta, una vez más, gracias, PIXAR, gracias, de lo más recomendable y gozosa que, aquellos que tengáis DISNEY PLUS, más si tenéis crianza, no os podéis perder. Palabra de “pixarmaniaco” y eterno adolescente. ¡JE!!

Hola Felipe! Me declaro fan incondicional de PIXAR que ha dejado algunas joyas y muchas películas de lo mejorcito de los últimos años. La pena, no tengo esa plataforma así que me da que ésta (que me tiene un poco desconcertado, por su sinopsis) no sé si la veré. De cualquier forma, gloria eterna a esta genialidad llamada PIXAR. Abrazos.
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Fan absoluto de Pixar. Una pena que no se haya estrenado en cine, porque sin ser el mejor Pixar, es un filme de lo más disfrutable, original y ameno. Súper abrazo, Rubén.
Felipe.
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Red no está mal, pero al igual que Luca me parece un Pixar menor, historias e ideas para un corto estiradas en películas. Por algo será que Disney las ha estrenado sólo en streaming…
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Yo tampoco me esperaba mucho, pero me sorprendió para bien. Sin ser el mejor Pixar, es otro buen ejemplo de su cine original, divertido y lleno de imaginación y creatividad.
Notable pero muy entretenido y recomendable.
Un abrazo, amigo.
Felipe.
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