El señor “NADIE” y el CAOS.

Mi curiosidad “cinéfilo / periodística” me lleva a ver dos películas que han sido dos “sorpresas” de taquilla / crítica. Una positiva y la otra negativamente. De todo hay en la “viña del señor”, bien se sabe.

En un caso, quiero ver con mis propios ojos qué es lo que ha fallado en la que era una de las películas más esperadas de este 2021, que ha resultado masacrada por la crítica y se ha hundido en lo que a términos económicos se refiere. Se titula “Chaos Walking” y estaba llamada a convertirse en todo un “blockbuster” y llenar de “dolaretis” el muy damnificado “box office” mundial. Error. Se ha estrellado en todos los mercados en los que se ha podido ver ya y los críticos le han dicho de todo, ay la pobre, menos “bonita”.

En el otro, quiero comprobar qué es lo que ha hecho que una “peli” pequeñita, de la que apenas ha oído hablar nadie (curiosamente ese es su título, paradojas del destino), se haya convertido en todo un pequeño fenómeno tanto en lo que a llenar arcas como a encandilar a los periodistas cinematográficos se refiere, allá donde se ha estrenado. Es un “thriller”. Y., como he dicho, se llama “Nadie”, aunque sea la película que últimamente (fenómenos Oscar aparte) todo el mundo quiera ver.

Vamos con ellas.

“Chaos Walking” (Dir: Doug Liman):

            De caótica podríamos calificar esta cinta que está a medio camino entre el western, la cinta de aventuras y la ciencia ficción. Cuenta la historia de un futuro donde sólo hay hombres, los cuales tienen que sobrellevar el hecho de que sus pensamientos están a la vista de todos, al sufrir éstos un fenómeno llamado “RUDIO”, que pone en exhibición cualquier idea o sentimiento que pase por sus mentes. Vamos, que están expuesto emocionalmente. Como “en pelotas” en lo que a sus sentimientos se refiere. Su supuesta convivencia y felicidad se irán al carajo cuando de otro planeta llegue una mujer que desestabilice esa sociedad masculina y “testosterónica” que guarda ciertos oscuros secretos.  Ahí es nada.

El resultado, pues en fin… Todo un “totum revolutum” en la que nada funciona y todo se queda a medio gas. Empezando por su mezcla de géneros, sin acabar acomodándose a ninguno de ellos, como por su falta de garra visual y narrativa, así como por una historia, que no por “barroca” (menudo folletín galáctico existencial se han cascado) acaba por enganchar, la cinta tira por los aires todas las expectativas que uno pudiera tener sobre ella. Bien es verdad que entretiene y que su pareja de afamados, carismáticos y jóvenes actores hacen lo que pueden (los muy de moda Tom – “Spiderman” – Holland y Daisy – “Ray, la de Star Wars” – Ridley), pero, en lo demás, no acaba de cuajar en ningún momento y el resultado es cuanto menos desalentador. Lo peor, sin duda, su feísmo (“- ¡Qué horroróscopo, Dios mío! -”, como diría el otro). Su mezcla de western y cinta de ciencia ficción acaba generando un “pastiche visual” horrendo y sin igual. Todo es desvaído y un tanto antiestético. Un poco “veneno” para los ojos.

Desde luego, no una cinta para el recuerdo. Más bien para todo lo contrario. “Y el caos se hizo…”. No sé si andando, pero se hizo.

“Nadie” / “Nobody” (Dir: Ilya Naishuller)

            Si bien en “Chaos Walking” llego a temer por terminar lanzando algún ronquido, quizá hasta lo lance, quién sabe, en “Nadie” me pasa todo lo contrario. Vengo a ver el que es uno de los fenómenos de lo que llevamos de año. Un pequeño “thriller” que ha contado con el apoyo del público y de la crítica especializada. Y ahora lo entiendo. Y es que lo paso de miedo en esta entretenidísima cinta de acción, todo un potente y explosivo cóctel de violencia y sentido del humor, tan excesivo como disfrutable, un “sálvese quien pueda” extremo donde no pierdes la atención desde el primer hasta el último minuto.

            La historia es sencilla y desenfadada (que nadie vaya buscando “la quintaesencia ni el sumun del cinefórum”, también os digo). Un hombre corriente, al que se le intuye cierta crisis existencial, verá como una noche su casa y su familia son atacadas. Él no hace nada para defenderlos. Al menos, eso es lo que parece… pues quien parecía un “Don Nadie”, va a resultar que no lo es tanto… A partir de ahí todo un caos (pero este sí que merece la pena) de violencia y desparrame, absolutamente disparatado y descontrolado, en el que la “tecla” del despiporre se pulsa para que ya no haya una vuelta atrás. Sangre, puñetazos y balas a cascoporro. Cuchillazos y muertes por doquier. Un “todo vale” o “tonto el último” en el que la supervivencia es el único motor. Así de simple. El resultado, como digo, muy disfrutable, al menos para mí. A estacar dos virtudes que elevan este notabilísimo y excitante thriller: 1) el que nunca se acabe de tomar en serio así mismo, algo que eleva en calidad a tal “salvaje desparrame” y 2) un actor protagónico inmenso, fantástico Bob Odenkirk, quien consigue llenar de matices, con apenas cuatro gestos, a este supuesto “hombre del montón”, lleno de sorpresas y secretos. El “sosainas” que resultó ser todo “un follonero”. El “mosquita muerta” que resultó ser un “insecto letal”.  Y es que las apariencias engañan… O, la vida te da sorpresas… O, sorpresas te da la vida. O, …

            Salgo del cine con adrenalina hasta las cejas, simplemente rogando que haya más entregas. Yo, y creo que otros muchos espectadores, estamos deseando saber más de este “Sr. Nadie”, tan sobrio él como “destroyer”.  Y es que, personajes así bien valen una entrada.