El merecido regreso de PAZ VEGA.

Me encantaba la Paz Vega del principio. Aquella actriz sevillana de gracejo y simpatía natural, belleza incuestionable y naturalidad alarmante, que me hacía reír con su campechanía inherente y con su buen hacer para la comedia, en aquella genial serie, que tan buenos ratos me hizo pasar, llamada “7 vidas”. También me alegré y disfruté mucho de sus primeros trabajos en nuestro cine, como aquellos la “Lucía y el sexo” de Medem o el “Carmen” de Vicente Aranda, así como la encontré fantástica en su debut Hollywoodiense llamado “Spanglish”, de James L. Brooks, donde su bonito y muy bien interpretado personaje le vaticinaba toda una entrada triunfal en la meca del cine “a lo Penélope”.

Pero luego se me esfumó. Desapareció. Su carrera se desenfocó y se perdió en una serie de papeles y filmes desafortunados, al menos personalmente, que no acababan de hacerle justicia, quedando sus prometedores inicios un tanto difuminados y perdidos. Una pena. Ganó intensidad, perdió frescura.

Ahora vuelve con su ópera prima como directora. Y su regreso le favorece. Su primera película como autora audiovisual demuestra que tiene una prometedora visión como creadora y, además, nos devuelve a la mejor Paz en su faceta de actriz, la más sencilla y creíble. Esto es lo que me parece su primer film, “Rita”.

“Rita”. (Dir: Paz Vega).

Rita es una buena ópera prima y Paz Vega saca buena nota en su debut tras la cámara. Habla de maltrato y violencia de género. En un homenaje a todas esas mujeres del pasado, abuelas y madres, que fueron sometidas al yugo patriarcal sin poder elevar su voz de denuncia (un tema que, desgraciadamente, sigue siendo actualidad). Cuenta la historia de una mujer que vive asfixiada en el infierno de su matrimonio y de cómo intenta tirar para delante de su hogar y sus dos hijos, un niño y una niña. A través de los ojos de ésta última, la Rita que da título a la cinta, asistiremos a su triste realidad.

He de decir que narrativamente me parece más pequeña. Su naturaleza es minimalista y su sencilla trama quizá la haya visto con anterioridad en otras películas o, al menos, no me sorprende tanto. Asistimos al día a día de esta mujer con sus dos hijos, a través de varias escenas de diferentes situaciones, que nos dejan patente la trágica realidad de esta madre y sus dos hijos. Me interesa mucho lo que cuenta, pero no es lo más remarcable de la misma.

Pero hay varias cosas que me resultan sobresalientes en este acertado debut. La primera su preciosa puesta en escena. Paz es capaz de reflejar el pasado de una manera muy certera. Sus imágenes son de un gran cuidado estético. Muy bellas. Tiene una interesante y personal mirada. La segunda, su muy trabajada producción de aire retro. Cada escenario y cada objeto desprenden verdad y nos retrotraen a esa España de los 80 en la que muchos vivimos nuestra infancia. Seguimos con la verdad que desprende toda la cinta. Es cine sin aspavientos, sincero, lleno de honestidad. Hecho con cariño, se ve, se nota, se palpa. También es brillante su potentísimo final. Toda una metáfora y perfecto resumen del terrible tema del que se habla. Me deja con el corazón estremecido. Es un punto final redondo, perfecto, que me hace apreciar el doble lo que he visto con anterioridad.

Un notable debut que tiene elementos suficientes para convencer a mi limitado criterio. Cine pequeño, pero que refleja muy bien un tema tan delicado, del que se ha hablado mucho, pero del que se debe seguir hablando más, mucho más. Plausible ópera prima. Sencilla pero muy acertada y contundente.

Bien, Paz, nos alegramos, al menos yo, y mucho, de que hayas vuelto.

CLAQUETÓMETRO SEMANAL:

Y como todo jueves, aquí tenéis el “Claquetómetro” previo estrenos del viernes…. Y buen puente, mis queridos «hoymevoyalcinemaniacos»..