Del maestro SCORSESE y sus asesinos de la luna.

            Si hace unos días os hablaba de los estrenos de dos maestros del cine como son Woody Allen y Kore-eda, ahora nos llega otro genio del séptimo arte para hacerse un hueco en la muy interesante cartelera. Me refiero al genuino y casi siempre genial Martin Scorsese. Director americano que ha tenido a bien regalarnos algunas de las obras más interesantes y valiosas de esto que tanto amamos algunos de nosotros llamado cine. De su poderosa y talentosa mente han salido obras igualmente de poderosas y talentosas como “Taxi Dirver”, “Jo, ¡Qué noche!”, “New York, New York”, “Casino”, “El cabo del miedo”, “Infiltrados”, “El lobo de Wall Street”, “Uno de los nuestros”, … películas que ya forman parte de la HISTORIA DEL CINE con mayúsculas y que han conseguido que su filmografía se haya convertido en una de las más interesantes y completas del mundo de los fotogramas. Por no hablar de mi favorita, esa maravillosa historia donde la pasión incontrolada se enfrentará a las normas de la encorsetada sociedad neoyorquina de finales del XIX, rodada con tanta sensibilidad como elegancia y clase, llamada “La edad de la Inocencia”.

            Su nueva obra se titula “Los asesinos de la Luna”, o “Killers of the flower moon”, en su idioma original, y era muy esperada por todos. También por un servidor. Moría de ganas de verla. Ya lo he hecho. Y estas son mis impresiones, mis queridos “hoymevoyalcinemaniacos”.

“Los asesinos de la luna” / “Killers of the flower moon” (Dir: Martin Scorsese):

De codicia y de ambición humana. Extremas. De eso va la última gran obra de Martin Scorsese. De como el hombre blanco fue capaz de arrasar con la población indígena de la colonizada Norteamérica en nombre del dólar, pisoteando y destruyendo todos sus derechos y legados, con tal de adueñarse de manera codiciosa y despiadada con todo lo que tuviera que ver con sus beneficios y ganancias.

Cuenta la historia real de como un gran número de miembros de la tribu de los Osage fueron asesinados en extrañas circunstancia en la década de los 1920. Indios de la colonizada América que se habían hecho millonarios al haber descubierto petróleo en sus, a priori, despobladas y áridas tierras. Todo ello hasta que el hombre blanco, en nombre de la avaricia más desmedida y salvaje, a golpe de chantaje, asesinato y violencia, intentó apoderarse de lo que era sólo y exclusivamente de los desprotegidos indígenas.

Y lo hace a través de la fascinante historia que se generará en torno al trío familiar formado por el recién llegado y buscavidas Ernest (Leonardo Di Caprio), de su adorado por todos “Tío Hale” (Robert De Niro) y de la que será su futura esposa y miembro del clan de los OSAGE, Mollie (Lily Gladstone). En torno a ellos y todos los que les rodean se desarrolla este drama / thriller judicial tan impecable como disfrutable. Muchos son los aspectos que hacen brillar a esta gran obra. La historia es de una intriga e interés enorme. Te atrapa no sólo por su suspense sino por su temática de injusticia social. Exuda rabia y furia por los siete costados. También magnetismo.  Scorsese vuelve a demostrar que está en forma y que la cosa no va de años, sino de actitud. Él, desde luego, la tiene intacta. Se ha liado la manta a la cabeza con un presupuesto millonario, el que le ha proporcionado APPLE, y ha dejado todo su buen hacer en esta su nueva gran obra. Su reparto es impecable. Di Caprio y De Niro se salen, con dos personajes de esos que son oro puro para cualquier buen actor que se precie. Lo aprovechan. Vaya que si lo aprovechan. Aunque la reina de la fiesta es Lily Gladstone, quien es capaz de transmitir con su mirada más que muchos actores con todos sus recursos juntos. Qué descubrimiento. La había visto en más películas, pero es en esta en la que le auguro futuro de estrella y quien sabe, si Emma Stone se lo permite, si un Oscar en breve. Y luego está ese final. Qué final. Perfecto. Ingenioso. Creativo. Maravilloso. Que pone un broche de cierre de oro a una peli de por sí ya sobresaliente.

A algunos les echarán para atrás sus 3 horas y 20 minutos. No se alarmen. Pasan volando. Es un drama de corte clásico. Sin endiablado y frenético montaje. De los de siempre. De sosegada presentación y calmado desarrollo. Pero su trama no te permite desconectarte en ningún momento. La historia tiene gancho y atractivo.  Más en ese tercio final lleno de tensión y garra que te agarra del todo a la butaca.

Gran cine. Del de siempre. Sin excentricidades ni moderneces. De corte académico y templado. Pero de calidad excelsa. Del que merece un gran aplauso. Al menos el mío se lo lleva. Salgo del cine deseando para este y futuros años más largometrajes como éste, de los de devorar y degustar apasionado. ¡Larga vida al cine!! ¡Y a Scorsese!!! Siempre.