La misión imposible de Tom.

Nadie corre en pantalla como Tom Cruise. Ni se entrega a cada uno de sus proyectos como si se le fuera la vida en ello. De hecho, se la juega en cada película, al no utilizar dobles de acción en las escenas de riesgo. Le apasiona lo que hace y no quiere defraudar a nadie. Por ello que tampoco nadie como él para la promoción (bueno, si exceptuamos el maravilloso despliegue que están haciendo los de “Barbie” este verano, pero de eso ya hablaremos…). Y es que Tom, como algunos de nosotros, ama el cine. Y quiere que en cada uno de sus estrenos el público disfrute en un estado máximo. Que se deje llevar por el metraje de cada una de sus cintas y lo goce como si no hubiera mañana. Que se olvide durante unas horas de sus problemas y se entregue sin freno al minutado de cada una de sus nuevas entregas.

Eso sí, luego siempre tiene una gran misión. Casi imposible. La de llenar salas. Sus proyectos son tan ambiciosos y caros que necesita muchos, pero que muchos espectadores, para que sus largometrajes sean rentables. En el caso que nos ocupa, casi superar los 1.000 millones en taquilla para que la cosa de beneficios. Así que, Tom, este verano se la juega. Como se la juega el resto de grandes estudios que han apostado por proyectos ambiciosos y de muchos dólares. Las cosas han cambiado desde la pandemia y este verano será la prueba de fuego para ver cómo responde el público en las salas. Conmigo cuentan. Tanto Tom como el resto de entregados a esto del mundo del celuloide, ya que prometo ir al cine, y mucho, este verano. Ya que son muchas las pelis que muero de ganas de ver. Vamos, por ahora, con lo que me ha parecido la última entrega de “Misión imposible”.

“Misión imposible. Sentencia Mortal. Parte 1”/ “Mission Impossible – Dead Reckoning Part One”.  (Dir: Christopher McQuarrie).

Empiezo diciendo que soy muy fan de la franquicia. De las aventuras y desventuras de este espía del FMI que va por libre, saltándose los protocolos que hagan falta, con el único objetivo de salvar al mundo. Si bien es verdad que las hay mejores y peores dentro de la saga, en general he disfrutado mucho de las andanzas de este grupo de salvadores del planeta haciendo todo tipo de cabriolas y tejemanejes para tratar de conseguir el equilibrio y la paz mundial. Es más, algunas de sus entregas, se encuentran, para un servidor, entre algunas de las mejores películas de acción de las últimas décadas.

Dicho esto, diré que su última entrega me parece espectacular. Exceptuando su inicio sosegado, en el que cuesta entrar, pero que es vital para entender la historia, el resto es todo un “ride” de adrenalina, emoción y locura, que engrana lo mejor del cine de espías y que representa el espíritu de la franquicia elevado a la máxima potencia. Ethan Hunt y su troupe vuelven a lo grande, con una trama en la que lucharán por conseguir un objeto del que dependerá toda la humanidad, dando todo lo que una película de este calibre promete. Persecuciones salvajes, giros de guion inesperados, acción y adrenalina a mansalva, espectaculares escenas de riesgo, secretos, ambiciones, peleas de clase A, sentido del humor, también mucho, y, en definitiva, entretenimiento a tope para disfrutar en la butaca como un niño.

A destacar la incorporación de la actriz Hayley Atwell, roba escenas que, con un jugoso y muy divertido papel femenino, conseguirá convertirse en uno de los grandes aciertos de la cinta. Ella, junto al resto de un perfecto reparto, pondrán su buen hacer en esta cinta que nos llevará a numerosos y espectaculares localizaciones, en esa especie de “Cluedo” del espionaje en el que nadie sabe quién es quién, ni en que bando está y que te mantiene entregado a la butaca en 163 minutos que pasan de un plumazo.

Y luego está él. Tom Cruise, llenando de carisma y de buen hacer un personaje que le viene como anillo al dedo y al que se entrega en canal. Suyo es este Ethan Hunt que tantas alegrías nos ha dado y nos dará, ya que queremos seguir viendo a este extremo espía lanzándose por los barrancos más elevados, escalando los picos más inusitados, peleando sobre los trenes más veloces y peligrosos, subiéndose a aviones en marcha, seduciendo a cuales sean las compañeras de andanzas que se crucen en su camino con múltiples y diversos fines, conduciendo coches y motos de la manera menos prudente por las ciudades más descabelladas, y corriendo, como sólo sabe él hacerlo. Porque, no lo duden, nadie corre en pantalla como lo hace Tom Cruise. Ahora sólo esperamos que lo siga haciendo en muchas más películas y durante muchos más años. Que le queden muchos «kilómetros» por recorrer… Estaremos, que no lo dude, aquí para apoyarle.

Lo dicho, si quieren disfrutar de una buena tarde de cine de aventuras. No lo duden. Vayan a verla. Y no dejen de ir al cine, las salas y todos los gremios implicados en esta maravillosa locura del séptimo arte nos necesitan, mis queridos “hoymevoyalcinemaniacos”.

7 comentarios sobre “La misión imposible de Tom.

  1. A Tom le pasa como a nosotros, tus seguidores, cada día más jóvenes 😀

    Pues habrá que anotarla para verla, qué es un valor seguro!
    Sí que creo que te sera misión imposible recuperar las pelas, amigo Tom…
    Pero el amigo Ethan igual saca algo debajo de la manga para ayudarte!

    Quizá sea que ésta es la PARTE 1, qué no sé si lo has comentado…
    Habrá partido de vuelta, para intentar hacer saltar la banca,
    y salvar al mundo… del cine!!

    Suerte, le deseamos.

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