Las dos películas que veo en mis últimas sesiones de cine tiene temáticas muy similares, aunque aparentemente no tengan nada que ver. Las dos siguen los pasos de dos mujeres que, en dos momentos cruciales de su existencia, deciden cambiar de manera de vida, para dejar atrás un pasado que las tiene bloqueadas y que no les permite mirar con claridad un futuro que se les presenta borroso o, incluso, imposible. Hablan de ese momento de la vida en el que uno decide cerrar una puerta, dejando atrás un montón de vivencias, personas, recuerdos, lugares, … para abrir un nuevo acceso a una nueva realidad vertiginosa, porque el vértigo siempre está ahí, pero necesaria. Las dos escapan de un pasado que las tiene atrapadas y que no les permiten seguir creciendo, o simplemente sobreviviendo, como personas. Vamos con ellas.

“Sueños de una escritora en NUEVA YORK” / “My Salinger Year” (Dir: Philippe Falardeau):
De correcta, pero también bonita, sencilla, agradable, amena y curiosa podría calificar esta cinta independiente americana que trata de una joven universitaria que en un momento de bloqueo existencial decide mudarse a la ciudad de Nueva York con el fin de triunfar como escritora. Allí trabajará en una agencia literaria en la que, entre otras cosas, tendrá como labor contestar a las cartas de los fans de J. D. Salinger, uno de los representados de la agencia, en pleno apogeo de popularidad tras escribir su mítico “El guardián entre el centeno”. Un largo que habla de los sueños por cumplir, del mundo editorial y del fenómeno fan en torno a Mr. Salinger y que se ve con agrado pero, en ningún momento, con ningún exceso de subidón emocional. Lo que decía, correcta, sin más. Lo mejor, sin duda, su protagonista, y no Sigourney Weaver, secundaria en esta cinta, que simplemente cumple y que sirve de reclamo promocional en el poster, sino de su verdadera “líder performática” , la joven Margaret Qualley, alguien quien viene demostrando con creces últimamente que es algo más que una “hija de” (en este caso de Andie McDowell) y una cara bonita (es modelo de profesión, también) sino alguien con una capacidad dramática e interpretativa de lo más versátil y potente. Sin duda, alguien a seguir sus pasos y a seguir teniendo muy, pero que muy, en cuenta.

“En un lugar salvaje” / “Land” (Dir: Robin Wright):
También de correcta, aunque me gustó menos, califico este drama independiente rodado por Robin Wright, la ex de Sean Penn, en torno a una mujer que decide dejar todo para aislarse (y cuando digo aislarse, es aislarse, sin andarse con tonterías, ni móvil, ni coche, ni nada,…) en una casa en plena montaña para únicamente conectar con la naturaleza más salvaje. Una especie de “Nomadlad” pero sin el “Nomad” (de hecho, su título original es “Land”), pero muy de manual y poco novedosa. La cinta se puede ver. Es entretenida. Tiene alguna cosa destacable (sus dos actores, su bonita relación de amistad en pantalla, las bellas imágenes de la naturaleza más virgen y una banda sonora folk que hace mis delicias auditivas) pero todo me suena a “deja vu” y a poco novedoso. Además, aunque tenga un visionado, que lo tiene, no me acabo de creer, no sé del todo por qué, a este personaje con botas “Timberland” y anorak “North Face” en plena supervivencia a lo “Robinson Crusoe” en las gélidas tierras montañosas. Todo tiende un poco al cliché de supervivencia y no falta ninguno, dándole demasiada convencionalidad, de los elementos típicos del género: desde el animal salvaje, hasta las inclemencias del tiempo, pasando por la ausencia total de comida y la incomunicación absoluta, etc, etc, etc, …. ¿Les suena, no? En definitiva: “Comme ci, comme ça”, como dirían nuestros vecinos franceses. Poco más.

Excelentes comentarios. A ver si en estos días las veo. Gracias por la entrada.
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