Paradójicamente, es en vacaciones, cuando más tiempo libre tengo, cuando menos voy al cine. Es como esas reglas matemáticas que me encantan, y tan bien suenan, en la que “un algo” es inversamente proporcional a “otro algo” (en este caso, mi tiempo de ocio al número de entradas que compro). Y no es porque no me apetezca (nunca le digo que no a un estreno; de eso ni hablar), sino porque me dedico a hacer otras de las dos cosas que más me gustan en este mundo: viajar por allá donde pueda e ir a mi pueblo para disfrutar de mi familia y mis amigos. Y en caso de escaparme al cine (rara vez lo hago) suele ser a una película infantil con toda la familia. Y estos días que he tenido libre no han sido diferentes. Se dio el mimo caso. Así que me dispongo a compartir el único filme que he visto esta Semana Santa en pantalla grande, pero no la única experiencia cinematográfica que he tenido.
“Peter Rabbit” (Will Gluck):
Basada en la adaptación de los cuentos de la famosa escritora e ilustradora británica Beatrix Potter y de los conocidos conejos y otros animales que le han dado su fama mundial, este largometraje, que mezcla acción real, animación digital y animación más tradicional, es una divertida y entretenida película para los más pequeños de la casa (de la que también disfrutaremos los grandes). En ella se nos cuenta la historia de Peter, un travieso conejo que junto a varios miembros de su clan (todos conejos, “of course”) y otros animales, emprenderá una guerra contra los miembros de la familia McGregor, los cuales construyeron su casa en el lugar donde ellos tenían su inicial madriguera (acabando incluso con alguno de sus familiares). Una guerra que tendrá su primer objetivo en Mr. McGregor y después en su agrio sobrino (interpretado por un simpático, en su vena más antipática, Domhnall Gleesson, actor británico que me encanta) y para la que solo contarán con la ayuda de una encantadora sobrina (Rose Byrne). No es un peliculón, pero sí una más que digna, por su ritmo y diversión, historia que nos ha tenido enganchados, a mis peques y a mí, de principio a fin y en el que destaca, aparte de su desenfadada y loca propuesta, su animación digital, con esos conejos que parecen absolutamente reales y expresivos. En definitiva, 95 minutos de notable entretenimiento para toda la familia. Solo una cosa en contra: el doblaje. ¿Por qué se empeñan en coger voces de actores o personas famosas para las películas infantiles en lugar de actores de doblaje profesionales? Me costó una hora concentrarme y obviar que el conejo protagonista de nuestra historia, ese más que un icono de la cultura británica, hablara con el gracejo y el deje (andaluz en muchos casos) de nuestro querido Dani Rovira (y digo querido, porque a mí no me disgusta, ese no es el problema). Como si a Mr Bean lo doblara Paquirrín. Un sinsentido, vamos, o al menos para el que escribe estas líneas. (Aclaro que yo siempre veo y recomiendo, siempre que se pueda, ver las películas en versión original. No hay color en poder disfrutar de las voces originales de los actores o personajes.)
Estudios Universal del rodaje de Harry Potter. Londres:
Y aunque no haya visto más películas, sí que he tenido una gran otra experiencia cinematográfica. Y fue la visita a los estudios donde se rodaron gran parte de las escenas de todas las entregas de Harry Potter en las afueras de Londres (donde he pasado parte de mis vacaciones de Pascua).
Aclaro que no soy fan del joven mago ni de sus películas. He visto con agrado (no con devoción) todas sus entregas en una sala de cine. Algunas me han gustado más, otras menos, pero ninguna me súper encanta, aunque he de reconocer que me gustan muchísimo sus personajes y me encanta la estética de toda la franquicia. También me apasiona la historia de esa mujer que pasó de escribir de manera casi secreta esas novelas para niños, a convertirse en una de las escritoras más celebres del planeta. Esa británica, J.K. Rowling, que sólo se llevó por el instinto de escribir sobre la idea de un joven aprendiz de mago. Idea que le vino a la cabeza mientras esperaba cuando sufría el retraso de un tren antes de ir al trabajo.
De hecho, nunca hubiera ido a visitar estas instalaciones si no hubiera sido por mi hijo. Él sí es fan fan. Y él sí que se moría de ganas. Así que fuimos. Dedicamos uno de nuestros cuatro días en London a tal menester. Todo por los hijos, que se le va a hacer. Oye, y qué acierto. Porque no solo tengo que decir que me interesó o gustó, sino que me encantó. No sabéis lo genial que es poder estar en el mismísimo comedor de Hogwarts, deambular por el callejón Diagon, ver los aposentos de Harry y compañeros, estar en la cabaña de Hagrid, atravesar el bosque oscuro con sus “patilargas” arañas, simular el vuelo en una Nimbus 2000 sobre croma verde, fotografiarse enfrente del hogar de los Dursley en Privet Drive, disfrutar de las maravillosas maquetas de muchos de los escenarios… En fin, una gozada. Muy recomendable para los que tengáis niños. Pero, sobre todo, lo que más me gustó, es ver el gran trabajo que hay detrás de cada película (mil bocetos, trabajadores, maquinas, ilustradores, actores, diseñadores, arquitectos, compositores, adiestradores de animales…) y más en una súper producción, lo cual me hizo salir amando, si cabe, un poco más esto del Séptimo arte. Larga vida al cine.
Me pasa lo mismo con las películas. Me gustan pero no me apasionan aunque la historia y la ambientación me parecen fantásticas. Ganitas de imitar vuestra experiencia…..!!!
Y si, viva el cine!!!!
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Gracias, Marian!! Por seguir el blog. Ahora a conseguir el objetivo…y rumbo a Londres!!!
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Genial Feli. El comentario que haces de los escenarios de Potter, tiene tanta fuerza y tan elocuente que parece que lo hubiera escrito El mismísimo Nico. Es así como me lo descrito el. Animo y continua escribiendo
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Gracias, papi!! Me encanta que sigáis mi blog y que me animéis de esa manera incondicional. Amor (mutuo) de padres.
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De acuerdo contigo al 100% sobre la peli de Peter Rabit. Me encantó y no te digo nada a mis hijos, sobre todo al pequeño. Suscribo lo que dices sobre el doblaje punto por punto.
Y me apunto el futuro viaje a Hogwarts.
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Genial! Pilar. Gracias por seguir el blog. Y genial que os animéis a lo de Londres. A los peques le va a encantar. Un beso grande.
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Pero bueno!! Qué este bloguero no descansa ni en festivos!!
Me alegro que disfrutarais del viaje londinense, de Harry y las entrañas de un rodaje top, ya nos contarás detalles en la próxima caña que disfrutemos…
Mi nivel de inglés no me da para ver las películas ni con subtítulos 😦
Así que tendremos que seguir tirando de doblaje español, uno de los mejores del mundo, obviamente porque somos uno de los pocos países que no echan la cartelera en versión original…
Nunca vi una película en VO, igual un día me lanzo y le doy una oportunidad… empezaré con Peppa Pig 😛
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Gracias, Benja!! Por tus comentarios. Me encantan. Yo, independientemente del nivel que uno tenga de idiomas, recomiendo siempre que se pueda, insisto, ver las películas en versión original. Cuesta dar el paso, pero una vez que se da, no hay color. Personalmente es como ver la tele en blanco y negro o en color. Da igual el idioma. Yo veo películas en chino, alemán, etc… y no tengo ni idea de esos idiomas. Pero con los subtítulos basta, y la calidad del visionado es mucho mayor. No hay nada como ver una película con la voz original de los actores. Pero no deja de ser una decisión personal. Al final lo importante es ver cine, sea como sea. Un abrazo.
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Sigo tu blog y me encanta, ahora no puedo ir al cine porque aquí son en versión original y claro es imposible….. Conozco la casa de Beatriz Potter. Un entorno único en Escocia, los exteriores de Harry Potter… También los vimos.. Dicho esto, y a mi que tampoco me gustan sus películas es verdad que impresiona cuando estás allí… Gracias por tus comentarios…
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Gracias, Margarita!!
No sabes la ilusión que me hace que me sigas. Me lo dijo mi madre. Así que espero que el blog te siga enganchando y sigas aportando tus comentarios. Un beso.
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Me tocó ir a ver Peter Rabbit los niños con los que trabajo. Leí antes tu crítica y fui más convencida, pero aún así con poquitas ganas. Me equivocaba: me encantó. Pasé un rato estupendo, es divertida y dulce, súper recomendable aunque no tengas peques. De estas pelis que te dejan con buen cuerpo.
Qué suerte que hayas ido a los estudios de Harry Potter, a ver si covenzco a mi madre y vamos nosotras pronto.
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Hola Esther!!
Ante todo, muchas gracias por seguir mi blog y hacerte caso de mis consejos. Además me hace mucha ilusión que coincidamos en nuestros gustos. Espero que sigas leyéndome y podamos seguir comentando nuestras opiniones sobre los estrenos. Un saludo. Felipe. Y sí, «Peter Rabbit» molaba. Ah, y convence a tu madre para ir a ver los estudios de Harry Potter. No o lamentarás. Ya verás.
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