Dedico mi última sesión doble de cine a dos películas que no estaban mucho en mi radar pero que tienen buenos comentarios y reseñas. Son dos dramas americanos que hablan de dos temas muy diferentes. El interés de sus tramas y sus afinados repartos hacen de ambos filmes dos propuestas notables. No me emocionan, pero encuentro elementos suficientes como para que me satisfagan y mi entrada valga la pena. Vamos con ellas.

“Septiembre 5” (Dir: Tim Fehlbaum).
Entretenido e interesante es este filme que siempre tuvo su “rum rum” previo de cara a las nominaciones de los Oscar, aunque no llegaron a materializarse sus posibilidades. Yo no la encuentro de premio, para nada, pero eso no impide que me parezca un más que notable filme sobre la fascinante profesión del periodista. Habla de los atentados en las Olimpiadas de Múnich 1972, cuando un grupo de atletas israelíes fueron tomados como rehenes en la propia villa olímpica y de como una serie de reporteros americanos llevaron a cabo la retransmisión en directo de tal terrible situación.
La película cumple y es más que plausible. Pero hay dos aciertos que elevan el largometraje. Uno es lo bien que mezcla la ficción con las imágenes de archivos, recreando de manera lo más fidedigna posible lo que pudieron ser esos momentos de enorme complicación para estos profesionales del periodismo. Y dos, su muy acertado reparto. Todos los actores están fantásticos. Esto, sumado al enorme interés de la historia, hace que la ficción sea más que disfrutable.
Sí, la disfruto. Eso sí, no me acaba de apasionar, de emocionar. Le falta el “duende” de las obras redondas. Se ve con interés y agrado, pero le falta un pequeño “punch” para haber sido una obra redonda sobre ese complejo mundo del informador.

“A different man” (Dir: Aaron Schimberg).
Algo parecido me ocurre con “A different man”, una película de la que había escuchado muchas cosas buenas, que me gusta sin acabar de entusiasmarme. Cuenta la historia de Edward, un hombre que tiene una gran deformación facial y de cómo su vida cambiará radicalmente cuando sea sometido a una operación/ensayo en el que su cara sea reconstruida, dándole una ansiada «normalidad». Se trata de un complejo drama que habla de una manera muy interesante del ser humano y que plantea reflexiones de gran calado intelectual acerca de la importancia de la apariencia y de lo que hace a una persona ser quién es, independientemente de su aspecto. Además, lo hace de una manera muy original, donde una propuesta meta-dramática generará el verdadero conflicto de nuestro protagonista, un fantástico, se había hablado mucho de él, Sebastian Stan (mejor actor en el Festival de Cine de Berlín). Hay riesgo e interesante debate. Es valiente y osada. Buenas actuaciones y una historia original y muy compleja sobre la importancia de la apariencia física en nuestra sociedad, pero se me hace alargada y un tanto intensa. Le falta foco y síntesis, también contundencia. Le sobra cierta artificiosidad. Me gusta más su propuesta que el resultado. No me importa verla, tiene su aquel, pero no salgo fascinado.
Pues así estaría, esto es lo que dio de sí una tarde de notable cine norteamericano. Buenas propuestas, no enormes. Disfrutables, sí, no apasionantes. Ahora, decidan ustedes, mis queridos “hoymevoyalcinemaniacos”, si son o no de su interés, que no hay como ir al cine para sacar el veredicto propio.

NOTA: Ayer fueron los Goya, estén atentos porque en uno dos días os doy mi opinión sobre los ganadores y la gala. Hoy no me dio tiempo a escribir sobre ellos. Hasta entonces pues, queridos. Sean felices.
Con el precedente de la peli de ‘Munich’ con Eric Bana de hace años, qué fue tan famosa, no sé si ésta aportará otro punto de vista, espero que sí, porque hacer algo sobre el mismo tema… ni que fuera la guerra civil jejeje
La otra peli me ha llamado la atención, por la temática y por el actor, mi querido ‘Soldado de Invierno’ marveliano!
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Tiene mucha conexión con Múnich, pero desde otro punto de vista. Pero desde mi opinión, es mucho mejor la de Spielberg. Aún así está tiene su interés.
Con interés habrá que seguir la carrera de Sebastian Stan, porque está eligiendo muy bien sus proyectos.
Un abrazo, mi contrablogger
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