Un lugar tranquilo. Día 1.

Me encanta la saga de “Un lugar tranquilo”. Desde que vi la primera de las entregas ideada por John Krasinski, actor y director, amén de marido de Emily Blunt, caí fascinado por esta saga que une suspense y drama y que nos traslada a un futuro postapocalíptico en el que la tierra ha sido invadida por unas criaturas que no ven, pero te detectan inmediatamente por el sonido. Si haces cualquier ruido, olvídate de tu vida. Estás muerto. Eso hace que toda la población viva en silencio, única manera de sobrevivir. Algo que dramáticamente genera una atmósfera de terror y misterio absolutamente magnífica y que te mantiene pegado a la butaca desde el minuto 1 en cada una de las películas. Al menos lo consiguieron en la primera y segunda de las entregas conmigo, y creo que con mucha gente más, ya que fueron dos grandes éxitos de taquilla en el mundo mundial.

Ahora voy a ver la tercera de las películas, con muchas ganas, situada, eso sí, en el principio de todo, ese en el que los monstruos decidieron llegar a nuestro planeta. Esto es lo que me parece.

“Un lugar tranquilo. Día 1” / “A quiet place. Day one” (Dir: Michael Sarnoski).

Genial me vuelve a parecer este reinicio de la franquicia. Disfruto a tope de esta cinta que vuelve a equilibrar suspense y drama divinamente. También sufro. Tanto por la parte del horror, hay adrenalina para dar y tomar, como por la parte emotiva, me toca el corazón. Cuenta el momento en que comenzó todo. El día en que los bichos malos dieron con la tierra y empezaron a acabar con ella. En este caso se centra en una mujer (Lupita Nyong´o) que tiene cáncer. Y en el hombre al que conocerá por casualidad (Joseph Quinn) cuando ella esté intentando huir de los monstruos por la ciudad, eso y conseguir el último trozo de pizza de su restaurante favorito, algo que generará una trama dramática fantástica. Como he dicho hay muchísimo suspense. El terror que se genera en varias secuencias es brutal. Sufres. Te tensas. Tu corazón se acelera. Y hay escenas absolutamente magistrales, véase por ejemplo la del metro (de una tensión máxima). Pero no sólo hay cine de género. También hay drama. La historia que se genera tras el encuentro casual entre ambos es preciosa y es muy difícil no caer uno rendido a lo que cuentan. El personaje de Lupita es de esos que llenan, no se olvidan, te atrapan.

Me gusta todo lo que veo. Me encanta la producción apocalíptica. Impecable. También la mano de su director para llevarnos fabulosamente por el devenir de este Nueva York en destrucción y caos. La trama, como digo, siendo una película de género, es fantástica. Los dos actores están impecables, especialmente esa Lupita Nyong´o que con sus ojos lo expresa todo. Por supuesto también el gato, otro de los grandes protagonistas de la peli. Su presencia en pantalla es vital. Hay escenas para morderse las uñas. Sustos por doquier. Buenos efectos digitales. Qué decir del uso del sonido/silencio, magistral. Y el final, aparte de precioso, siendo una película de horror como es esta, es perfecto, redondo. De los que no se olvidan.

Me encanta la película. Creo que sigue la línea sobresaliente de la saga. Y me parece una perfecta continuación/reinicio de la franquicia. Disfruto de lo lindo con este blockbuster veraniego lleno de calidad. Perfecto para los amantes del cine más comercial y “palomitero”, pero de resultado positivamente cualitativo. Cine para gran público, pero de buen acabado y con poso. Eso sí, abstenerse espectadores propensos al susto y al miedo fácil. La peli muchas veces conmueve, pero otras, realmente aterra. Sólo puedo terminar diciendo, mis queridos “hoymevoyalcinemaniacos”, que ojalá haya más entregas. Mientras tanto, si les gusta este tipo de películas, no se la pierdan, mis queridos «hoymevoyalcinemaniacos».