Genial “HIT MAN”. Grande Glen Powell.

Que Glen Powell es la estrella emergente del momento es toda una realidad. Se lo rifan en Hollywood y su nombre se empieza a asociar a todos los grandes proyectos que se cuecen en la meca del cine actual. Fue aparecer en el “Top Gun: Maverick” de Tom Cruise, haciendo de joven instruido alter ego de su mentor, y su camino hacia el estrellato fue un dicho y hecho. Y es que el tipo no sólo tiene planta, que la tiene, sino un gracejo y unas dotes interpretativas suficientes como para que sea cual sea el personaje le dé vidilla y solvencia suficientes como para ganarse el gran aplauso del público.

Si Tom Cruise y su película de aviones lo puso en el foco y la muy divertida y disfrutable “Cualquiera menos tú” asentó su estatus en el mundo del cine, ahora nos llega “Hit Man. Asesino por casualidad” para consolidar su áurea de estrella de clase A en el “star system” hollywoodiense. Y prepárense, porque viene para quedarse, ya que la cantidad de estrenos que encadenará a partir de ahora son innumerables. Pinta a un futuro muy grande, pero que muy grande.

            Vamos con lo que me ha parecido su última película, “Hit Man. Asesino por casualidad”, y también la pequeña comedia independiente “Ex maridos”.

“HIT MAN. Asesino por casualidad” / “Hit Man” (Dir: Richard Linklater).

No voy a ver “Hit Man” por Glen Powell, sino porque la dirige Linklater, director que me ha regalado muchos de los mejores momentos que he vivido en una sala de cine, gracias a películas tan maravillosas como la “Trilogía del Amanecer”, “Boyhood” o “Todos queremos algo”, entre otras. Por eso y porque las críticas y comentarios desde su estreno son más que positivas. De hecho, muy positivas. Tras su visionado constato varias cosas. La primera, que Richard Linklater sigue en forma y que da igual cual sea el género al que se enfrente él sabe dar lo mejor de sí. Que Glen Powell es toda una estrella y que tiene carisma, gracia y talento interpretativo para dar, tomar y regalar. Y que Adria Arjona, su partenaire, lo será en breve. Es guapa en grado superlativo y se maneja en la pantalla como pez en el agua. Le vana llover mil papeles.

También constato que me lo paso bomba con esta comedia romántica súper original sobre un falso sicario que en uno de sus casos se enredará en las garras del amor, poniendo en juego su trabajo, su corazón y su vida. La historia tiene gracia, es muy original y está llena de giros, lo cual hace que haya sorpresas hasta el final. La pareja protagonista derrocha química y pasión por los cuatro costados y sus diálogos son todo un ejemplo de chispa narrativa. Están fantásticos y pasar el metraje con ellos es todo un disfrute. Y Linklater aprovecha su baza para regalarnos una película que, siendo para gran público, tiene un carácter más comercial, no deja de tener el sello de independencia y calidad que se asocia a su director.

En definitiva, lo paso en grande y disfruto su visionado de principio a fin, así que no puedo otra cosa que recomendárosla, más si os gustan, a mí me encantan, las buenas comedias románticas. Esta es una de ellas. Fantástica.

“Ex Maridos” / “Men on divorce” (Dir: Noah Pritzker).

A “Ex Maridos” llego por casualidad. Leo algún comentario positivo en las redes y mi gran amiga Carmen me la pone también en el radar. No espero ni mucho ni poco ni, todo lo contrario. Con el estrés que llevo últimamente (ya saben mi lema de “Amparo, no paro”, del hombre orquesta que se apunta a todo…) con que me haga desconectar un rato me conformo.  Y lo consigue. Me hace resetear mi mente y me relaja. Es sencilla, emotiva, divertida y bonita. Durante su visionado me resulta un poco plana, pero a medida que va pasando el metraje y con su redondo final me reconcilio y la disfruto en su totalidad. Salgo con una buena sonrisa del cine, que no es poco.

Cuenta la historia de un padre y dos hijos en crisis existencial y amorosa. Los tres coincidirán por casualidad en una playa del Caribe y conoceremos los momentos emocionales, nada fáciles, por los que atraviesan loes tres. Lo que veo me recuerda al cine noventero de Edward Burns (“Los hermanos McMullen”, “Ella es única”, …) , que en aquel entonces tanto me gustaba. Cine independiente que habla de viajes existenciales y emocionales de personas normales, de la vida, en definitiva, que es lo que importa, vaya. Es una película pequeña, mínima, pero tiene su miga. Me interesan los personajes, muy buen interpretados por sus actores, y siento empatía por sus alegrías y sus miserias. Sus agridulces existencias me resultan realistas e interesantes y, sin ser el peliculón de la temporada, para nada, disfruto de sus 99 minutos de duración. También de sus buenos diálogos y las perfectas canciones que los acompañan, marca de la casa de lo que era el buen cine independiente noventero. La historia es buena, hay buenas frases y mejores canciones.

No la recordaré mucho, soy sincero. Tampoco la recomendaré fervientemente, no sería honesto, es cine para paladar de exquisito cinéfilo. Pero sí puedo deciros que la disfruté mucho y que me fui a casa feliz, habiéndome echado unas risas y compadeciendo otro poco a los ex maridos, padre e hijos, que dan título a la cinta.

NOTA: Últimamente he escrito poco, lo sé, pero es que no me da la vida. Intentaré volver a ser asiduo a mis publicaciones, siempre que vosotros, nunca me falláis, lo sé, estéis ahí para leerlas, mis queridos “hoymevoyalcinemaniacos”.