Pequeñas y emotivas historias de nuestro cine.

Voy a ver dos películas de nuestro cine español que no tenía mucho en mi radar. Pero no paro de leer buenos comentarios en redes y medios especializados, los cuales ponen en alerta mi curiosidad. Ambas películas me gustan mucho y superan mis expectativas. Son dos cintas pequeñas, que cuentan historias pequeñas, pero hablando de temas grandes, importantes, de los que importan. Ambas son cintas sencillas, pero llenas de verdad y emoción. Ambas tocan mi alma y trastocan un poco mi corazón. Dos largos notables que os recomiendo a todos aquellos que améis el cine más minimalista de autor. Vamos, sin más rodeos, con ellas

“Los pequeños amores” (Dir: Celia Rico):

“Los pequeños amores” es una película que habla de las relaciones maternofiliales. Concretamente, cuenta la historia de una mujer que tendrá que volver a su hogar de infancia para cuidar a su madre lisiada, la cual se ha fracturado una pierna. Allí, de una forma indirecta, conoceremos, a través de sus acciones y diálogos, quiénes fueron y quiénes son y cómo es su relación, así como, a pesar de que sus diferencias se han ido agrandando con el tiempo, no dejan de procesarse un amor eterno que durará hasta el final de sus días.

“Los pequeños amores” habla de esos amores que no responden al cliché del amor romántico ansiado por todos. De esos que tienen una fuerza tan grande que perdura en el tiempo, como pueden ser los de una buena amistad o los de padres a hijos y vicesversa. Lo hace de manera muy sencilla, casi mínima, mostrando de una manera muy realista y veraz la cotidianidad de estas dos mujeres. Sus secuencias son de una sencillez enorme, pero están llenas de verdad, inteligencia y mucha honestidad. También sentido del humor, muchísimo. Y qué decir de emoción.

Te ríes mucho. También te emocionas. Y pasas un rato estupendo en compañía de esta madre e hija, las cuales están más cerca una de la otra de lo que uno pueda sentir en principio y de lo que ellas misma creen.

Es una película pequeña, insisto. Pero a mi me atrapa todo su metraje. En gran medida, todo hay que decirlo, gracias a las fantásticas interpretaciones de María Vázquez y Adriana Ozores como sus dos protagonistas absolutas, así como de un guion certero que habla de la manera más natural posible de lo que realmente importa, de la vida.

Una notable película de nuestro cine español que está teniendo su público y que yo recomiendo a todos aquellos que améis el cine español más naturalista, pequeño y emotivo.

Yo, desde luego, hubiera pasado muchos más minutos en compañía de sus dos protagonistas y eso lo dice todo.

“La estrella azul” (Dir: Javier Macipe).

Algo similar siento con “La estrella azul”, cinta independiente de pequeño presupuesto que se está convirtiendo, gracias al “boca oreja”, en uno de los “sleepers” (éxito de taquilla no previsto), de la temporada, llenando cines del circuito más de autor e independiente.

Cuenta la historia de un músico maño quien, cuando está en pleno momento de éxito junto a su grupo (está basada en la banda de rock aragonesa “Más Birras”), decide abandonarlo todo y comenzar un periplo por Argentina para conocer el legado tradicional musical que ha marcado su composición, teniendo como objetivo final el conocer al que ha sido el gurú de sus inspiraciones creativas. Un viaje de investigación musical que servirá de reflexión personal existencialista para nuestro protagonista quién irá en busca de esa respuesta tan delicada a una pregunta tan sencilla y vital como lo es la de: ¿Quién soy realmente yo y qué quiero hacer con mi vida?

El resultado: también el de una película de gran sencillez, pero de mucha verdad. Muy interesante por los temas que plantean y que todos, al menos en algún momento de nuestra vida, nos hemos hecho. Y, lo más importante, que te llega y emociona. Su honestidad, tanto en la propuesta como en su desarrollo, es enorme y hace que, con ese perfecto y redondo final meta cinematográfico, uno no sea capaz de no sentirla, vivenciarla, …

Cine casi documental. Directo y sin ornamentos. Nada complejo, pero de enorme calado, de profundo trasfondo. Y, en definitiva, muy recomendable para tanto los que le dan mucho a la cabeza sobre los pilares de la existencia, para los amantes de la música y para los entregados al cine más pequeño y experimental.

Salgo reconfortado y conmovido ante el visionado de ambas películas, y deseoso y ansioso de más cine. De ese de calidad, como este, que te toca, mis queridos “hoymevoyalcinemaniacos”. Prometo seguir en esa búsqueda.

NOTA: Sé que tengo pendiente mi visión de lo que me pareció la noche y los ganadores de los OSCAR, pero es que he estado muy liado, imposible. En breve os la mostraré, unido a mis impresiones de lo último de “Kung Fu Panda”, película que ya he visto y que, os adelanto, me ha entretenido un montón y me hizo pasar un buen rato. Hasta entonces pues, amados seguidores.

3 comentarios sobre “Pequeñas y emotivas historias de nuestro cine.

      1. Aburrirnos? dices 😦

        Con la emoción que hablas de cine, es imposible, emanas ilusión en cada entrada del blog 🙂

        Cierto es que, obviamente, cuando conoces o has visto la peli comentada, es más interesante leerte, pero aburrido nunca!

        Además este 2024 ha empezado ‘flojillo’ pero en breve habrá pelis nuevas en cartel, y estaremos deseando leer tus opiniones sobre ellas!

        Allí estaremos todos para seguir, como buenos felipolowers, o felilovers, o como se diga, a nuestro quijotesco bloquero cinematográfico, en su lucha por llenar las salas de cine!

        Nos podrán cerrar salas, pero nunca nos quitarán, el cine! Au au au! 🙂

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