Empiezo diciendo que, a priori, no soy muy fan de los “live-action” de Disney. Eso sí, no me pierdo ni uno, por esa necesidad personal inamovible de juzgar por mí mismo lo que se cuece en lo más “trending topic” o popular de la cartelera, pero siempre voy a verlos con el miedo de salir decepcionado por aquello de no sentirme (“touché”) tocado al comprobar el resultado de versionar en carne y hueso lo que a las mil maravillas funcionó en trazos de lápiz sobre papel en su momento. Ver con actores reales aquello que tanto disfrutaste de pequeño, o al menos de más joven, en dibujos animados, a veces no genera una reacción de lo más positiva, sino más bien lo contrario.
Pero a pesar de esa premisa, he de decir que he tenido gratas sorpresas en lo que a estas “versiones en acción real” marca de la casa Disney se refiere. De este modo, disfruté a raudales de la fantástica “Cruella”, esa magnífica relectura de la villana protagonista de “101 dálmatas”, maravillosamente interpretada por Emma Stone, y pasé más que un buen rato en las “entregas 2.0” de “La bella y la Bestia”, “Aladdin” o “Mulan”, por ejemplo. Pero también las hay de las que no me produjeron ni frío ni calor, véase la descafeinada “El rey León”, y otras de las que mejor no hablamos … como el fallido “Pinocho” de Robert Zemeckis.
Por ello que mi miedo pueda a mi curiosidad ante esta nueva relectura de la que es una de mis películas favoritas animadas de la casa del ratón Mickey. Estas son mis impresiones.

“La sirenita” / “The Little Mermaid” (Dir: Rob Marshall):
No seré yo el que no diga que “La sirenita” no es una película imperfecta, porque lo es, ni el que no afirme que peque de algunos de los defectos más comunes que viene cometiendo Disney con anterioridad en algunas de estas nuevas adaptaciones que está haciendo de sus clásicos. De hecho, como en muchas de las anteriores, peca de cierta ñoñería, de una cierta tendencia visual a lo kitsch nada contemporáneo, de bastante artificialidad, así como un uso del CGI (imágenes generadas por computadora) un poco cuestionable y embarullado, algo que llama la atención teniendo en cuenta sus abultados presupuestos.
Dicho esto, también puedo decir que disfruto mucho del visionado de ella. La película tiene encanto y mucho sentido del humor. Es muy divertida y amena, y la empatía que sientes por su protagonista y el resto de los secundarios que la acompañan es tal que te enganchas casi de un principio a fin. Y digo casi porque me cuesta entrar en su primer cuarto de hora. La oscuridad del océano y el abuso de efectos especiales me hacen estar muy desorientado, lo cual unido a la mala educación de una parte del público de la sala, casi todo adulto, lo cual llama más la atención, que parece que esté más en un restaurante engullendo todo tipo de comida “fast food” y hablando como si estuviera en el salón de su casa, hacen que no consiga conectar del todo. Pero es ponerse Ariel a cantar el primero de los hits de su banda sonora y mi atención cambia de chip para entregarme al resto de su bonito metraje.
Muchos son sus aciertos. Para empezar, su protagonista, impecable en el difícil reto de ponerse en la piel y en las escamas de nuestra pelirroja marina favorita. La chica canta como los ángeles y tiene carisma de sobra para ponerse todo el peso de la película encima. Halle Bailey brilla con luz propia y será una estrella, y si no, al tiempo. Para continuar el resto del reparto, en el que destaca una sublime e irónica Melissa McCarthy como la malvada Úrsula, así como las voces de los personajes de Sebastián, Flounder y Scuttle (en la versión original, unos divertidísimos Daveed Diggs, Jacob Trembley y Awkwafina), para mí, lo mejor, con la prota, de la cinta. Hay números musicales deslumbrantes, como ese fantástico “Bajo el mar”, y encanto de sobra para que el proyecto no naufrague y se hunda en aguas turbulentas. Al contrario, la cosa flota y el resultado es de lo más disfrutable y recomendable, siempre que se sepa qué es lo que uno va a ver, está claro. Voy en familia. A todos nos gusta (a unos más que otros, como es normal). Objetivo cumplido. Salimos con una sonrisa de su proyección y con ganas de zambullirnos en el más paradisiaco de los océanos, aunque esto quizá responda a las necesidades imperiosas de unas vacaciones ya.
Vale que no sea el acabose fílmico, ni la última obra maestra del director consagrado de culto finlandés, pero sí una entrañable y gozable cinta de corte familiar, que disfrutarán también, los fans de su versión primigenia.

Ninonaniiinoooo Naninooooninooooooooo jejeje
Cómo te lo pasas!!
No has comentado (por lo que he oído) que hay actor español aquí,
quizá porque le doblaron la voz, y no lo reconociste jejeje
(si es cierto, mal, debería haberse doblado él, como hace Antonio con el gato :))
Habla con su mujer y que te aclare los motivos jejeje
Y sin duda, la chica se ha metido de lleno en «la piel» de la sirenita,
la gran polémica de la cinta, y que tanta publicidad y expectación ha generado.
Habría que saber qué opina Andersen de todo ello 😀
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Hola Benja.
¿Cómo estás?? De Bardem no he dicho nada en la crítica porque la verdad es que es un personaje bastante secundario. Lo hace bien, como siempre, pero no tiene gran relevancia.
De la polémica, poco que decir. La chica lo hace fenomenal, y creo que se ha ganado el sitio sin duda alguna. Polémica cerrada, desde mi punto de vista.
Espero que estés bien. Yo, de camino al cine. Je!!! Para teneros bien informados.
Un abrazo:
Felipe.
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