Mis últimas series vistas o la vida en modo «Casa». Parte 1.

Hemos cambiado los hábitos. El virus vino para trastocarnos todo, la economía, la sanidad, la educación, …todo, y nos ha lanzado casi “a punto de pistola”, o debería decir mejor a golpe de aerosol coronavírico, a un nuevo estilo de vida. El modo casero. El «Home MOOD». No sólo las masacrillas de todos los modelos (que ya no sabe uno cuál ponerse), el hidrogel a litros y el toque de queda, han pasado a formar casi parte de nuestra piel, de nuestro genoma, sino que se ha instaurado un nuevo modelo de existencia, casi de «resistencia», que ha venido para quedarse una temporada (esperemos que no muy larga, aunque pinta mal la cosa).

Un nuevo modelo de vida, provocado por esta maldita pandemia, que incita a permanecer mucho más tiempo en casa y (¡horror!!!) muchos más minutos en chándal y ropa “pijamera”, para el maltrato de la estética en tiempos no deportivos, así como una clara tendencia al peinado “despeinado” (o directamente no peinado, se podría decir, más tirando a «guarrete» que a «grunge»). Algo, que a su vez promueve un mayor horneo de bollos y del archienemigo sofreír, como diría el gran Josie,  para la maldición de los kilos de más,  así como un mayor tiempo de largometrajes y series en casa, para el deleite del cine-disfrute-bajo manta. Ya he hablado en entregas anteriores de los últimos estrenos vistos en pequeña pantalla por estos lares. Me animo ahora a lanzaros unas pinceladas de las últimas series que he devorado en mi «home sweet home». Divido el artículo en dos entregas. Hoy empiezo barriendo para casa. Con la ficción española. Mañana os entrego lo último visto en ficción internacional. Espero que os guste. No dejéis de incluir vuestras recomendaciones y opiniones en los comentarios, se agradecen un montón.

“30 monedas” . HBO. 1 temporada. (Dir: Alex de la Iglesia):

Alex de la Iglesia es ese genial director de nuestra cinematografía que se ha hecho todo un lugar en el mundo del fantástico. Siempre hay algo que me atrae de su cine. Hay algo positivo en todas y cada una de sus películas. Aunque reconozco que suele darme lo mejor y lo peor en cada una de sus nuevas entregas fílmicas (algo muy parecido a lo que me pasa con ese otro gran creador, de características muy similares, que se llama Tim Burton). Casi todas sus cintas son irregulares y aunque suelen empezar de manera excelsa, también suelen acabar con un despiporre sangriento y gore que roza más lo esperpéntico que la perfección. Sólo en dos casos (si no contamos esos “Perfectos desconocidos” de cuyo guion no era autor) me ha colmado totalmente, alcanzando la calidad máxima. Me refiero a sus magistrales “El día de la bestia” y “La comunidad”.

Algo similar me pasa con su primera incursión en el serial. Tenía muchas ganas de ver sus “30 monedas” para HBO. Y la gozo durante sus 8 capítulos. Pero el resultado es de lo más irregular. Cada capítulo pasa de la genialidad al sin sentido en un plis plas, y, aunque en conjunto me resulta un producto más que notable y disfrutable (como ya he dicho me suele pasar con cada una de sus obras), el resultado final no acaba de conseguir la excelencia. La idea es buena. Mezcla con gracia una trama de costumbrismo rural, ambientada en Pedraza, con un variopinto grupo de personajes (la veterinaria, el alcalde, el cura, el guardia civil, …) de lo más dispar, con una trama de satanismo y religiosidad. El punto de unión: las 30 monedas del título. Se añade a la originalidad del guion, un solvente puñado de actores (en la que destaca un fantástica Megan Montaner, muy bien acompañada por grandes intérpretes como Eduard Fernández, Carmen Machi y Pepón Nieto; no tanto por Miguel Ángel Silvestre, quizá el único escollo del reparto, quién, todo hay que decirlo, acaba, gracias a su sobreactuación, resultando enternecedor y adorable), así como una buena puesta en escena y recreación en imágenes. Hay misterio, humor, sustos, intriga, brillantes giros de guion y se ve casi sin enterarse uno. Pero al final al tinglado le falta empaque, ligación (si es que se puede decir), haciendo que el resultado, aunque de alta calidad, resulte un tanto fallido. Aún así, no puedo dejar de evitar recomendárosla. Pues es, aunque fallida, insisto, muy, pero que muy entretenida.

 “PAQUITA SALAS”. NETFLIX. 3 temporadas. (Dir: Los Javis):

Si Alex de la Iglesia ya es todo un referente en nuestro panorama audiovisual, Los Javis, son unos casi recién llegados al mismo. Pero han llegado con fuerza. Para quedarse. Y su nombre ya es todo un referente en el mundo del fotograma de nuestro país. Siempre me han caído muy simpáticos. Y su “La llamada”, la que fuera su ópera prima, a pesar de su desenfado y sencillez, la disfruté a tope en un cine lleno de seguidores y adeptos de su arte.

 Me daba pereza, sin embargo, ver su aclamada serie “Paquita Salas”. Me la había recomendado mi gran amigo, casi hermano, Álvaro.  (- Tienes que verla, Feli. – (así es como me llaman mis más cercanos), – tienes que verla…-). Y aunque me fío a muerte de su criterio, no me atrevía del todo lanzarme a sus tres temporadas. Me resistía.

Error. Porque, aunque me cuesta entrar, quizá son mis prejuicios, porque me cuesta, luego me lanzo a ciegas al singular mundo de este peculiar par de creadores y de toda su fauna. Disfruto de cada uno de sus capítulos como si fuera una fiesta. Cuando entro, caigo en picado en los brazos de esta “troupe” de “frikies” de la farándula, tan estrafalarios y “ridículos” (como diría la propia Paquita) como entrañables y llenos de buen corazón (la serie sigue los pasos de una representante de actores en plena crisis profesional y de todos los que la rodean su día a día). Cada capítulo es una fiesta. Me lo paso en grande con esta «repre» (como se dice en el medio) de intentos de «Pe y Bardem» y de todo el conjunto de seres entrañables que le rodean. Rozan la vergüenza ajena, lo sé, pero también emanan encanto y bondad por los cuatro costados. Y ese es el gran acierto de “Paquita Salas” saber combinar a la perfección polos opuestos, conseguir equilibrar perfectamente factores extremos, hacer posible lo imposible, al combinar de manera magistral “casposidad” con encanto, ternura con esperpento, humor absurdo con cariño, ridiculez con maestría. La propuesta no puede ser más diferente. Entre la movida madrileña y Billy Wilder, Almodóvar y el culebrón, entre «Pepi, Luci y Bom» y «El Apartamento», entre la modernez y lo rancio, entre lo trasnochado y lo más «in», entre Berlanga y el teatro de varietés, entre “Aida” y el “cabarete” (terminado en “ete”). Cada capítulo es una “verbena”, una “piñata”, una bolsa “sorpresa”, un “cotillón” mágico en el que todo puede pasar y en el que pasas de la risa, a la lágrima, deambulando por una buena dosis de vergüenza ajena en el medio, en un plumazo… Todo está llevado al extremo, pero funciona, y, si consigues dar el paso de entrar en su mundo, ya no hay vuelta atrás. Me río tanto como me emociono. Navarrete, “P.S. Management”, los torreznos, los callos, Belinda Washington, Lidia San José, «el pastillote», los mil cameos, y cuando digo mil cameos digo mil cameos, por la serie pasa todo Cristo… (los fans, que son muchos, saben de qué les hablo), tantas y tantas cosas, pero sobre todas ellas dos personajes para el recuerdo, esa gran, extrema, desbordante, arrolladora, pero tan buena Paquita Salas, todo un icono ya del imaginario ibérico, y su mágica, tierna, casi naif, delicada, paciente y más buena aún secretaria Magüi. Dos personajes de los que es imposible no enamorarse y que interpretan magníficamente Brays Efe y Belén Cuesta. Una serie diferente, divertida, explosiva, chisposa, loca, provocadora, y muy, muy recomendable. Eso sí. Abstenerse los no amantes del humor más radical, petardo, exagerado, artificioso, absurdo y, todo hay que decirlo, un tanto extremo e, incluso, muy, pero que muy, ordinario. Avisados quedan.

8 comentarios sobre “Mis últimas series vistas o la vida en modo «Casa». Parte 1.

  1. 30 monedas lo intenté pero no pude pasar del segundo, para mi gusto Álex lleva muchos años primando el «todo vale» y que cada 10 minutos destrocen la coherencia de lo contado se me hace agotador.
    Paquita es amor, divertidísima, muy meta y con mucha retranca 😀😀 » Feli, tú estás para Puente Viejo» 🤣🤣
    Un abrazo enorme

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    1. Fíjate. A mí, a pesar de su irregularidad, tiene algo que me sigue enganchando. Y es más si parte de humor costumbrista que la sobre natural. Aún así entiendo tu posición, porque le falta enfoque.
      Paquita, muy grande. Y sí, “yo estoy para puente viejo”, como me diría Paquita. 🤣 Un abrazo. Felipe.

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  2. Me dejáis un poco ploff, ya que ’30 monedas’ la tengo en mis pendientes!
    Le daré una oportunidad, a ver si no se confirman vuestras sensaciones

    Con Paquita no caeré, no es de mi estilo yo creo 🙂

    Gracias por los apuntes!

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  3. Hola,
    A mi «30 monedas» me parece una serie muy recomendable. Es cierto que combina muy buenos momentos con giros que echan el nivel por el suelo. No obstante considero que Alex de la Iglesia firma un excelente trabajo y engancha. Me ha sorprendido mucho Megan Montaner y en fabuloso Eduard Fernandez.
    De Paquita no puedo hablar…
    De series españolas os comento un par de recomendaciones de miniseries muy interesantes: «El desorden que dejas» y «Los favoritos de Midas». Muy curiosas ambas y creo que te van a gustar querido Felipe.
    Un abrazo

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    1. Ese, Carlos. 🙌🏻🙌🏻 Primero agradecerte tu fidelidad al blog y tus comentarios.
      Muchas gracias.
      Y si. A mí también me gustó 30 monedas. Y Alex de La iglesia me parece un genio. Pero lo encuentro muy irregular últimamente. Como en 30 monedas. Aún así la disfruté un montón. Alucinado con Megan Montaner, que me parece que se sale… la mejor. 🙌🏻🙌🏻🙌🏻
      Apunto “El desorden que tú dejas” y “Los favoritos de Midas”, aunque ya la tenía en la lista.
      Un súper abrazo.

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  4. Hola Felipe.
    Coincido totalmente con tu opinión sobre el «Universo De la Iglesia». Es un director que me atrae (eso sí, tu comparación con Tim Burton no te la compro, jeje. El director americano me parece bastante superior). No deja indiferente. Tiene obras geniales pero, lamentablemente, su tendencia al exceso hace que se desplomen la mayoría (como ejemplo más representativo, «Balada triste de trompeta» cuya primera hora me pareció magistral pero que su parte final es demencial). Aún no he visto su serie.
    Respecto a «Paquita Salas», sin haberla visionado, me apetece especialmente. Los Javis tienen un estilo muy personal (me recuerda a las creaciones como director de Paco León), con interpretaciones magníficas de todo el elenco. Disfruté muchísimo con «Veneno» (serie formidable), así que estoy convencido de que «Paquita Salas» debe ser un gustazo.
    Abrazo enorme, fenómeno.

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    1. Comparto sensación con “Balada…”. La primera hora, de matrícula. El final: un horror.
      Me pasa lo mismo con “Las brujas…”.
      Si te caen bien Los Javis te gustará “Paquita”.
      No puedo opinar de Veneno, porque aunque me muero de ganas de veros, no tengo A3 Media.
      Tendré que esperar.
      Un abrazo.
      Felipe.

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