Vuelvo a las salas tras un parón playero que me ha venido fenómeno (como decía Paco Rabal en “Pajarico”: – ¡Qué bien se está cuando se está bien! -) El azar hace que dedique mi sesión de tarde doble de cine a dos películas emparentadas absolutamente en esencia. En ambos casos se habla de amistad masculina entre dos personajes tan antagónicos como complementarios. Y en ambos casos, uno de los protagonistas, en las dos películas el foco de la historia, se diferencia por ser un ser “especial”, diferente, lleno de encanto… En el primer filme un cazador solitario en comunión con la naturaleza. En el segundo, un joven síndrome de Down que quiere ser luchador de “Wrestling”. Personajes llenos de “magia” que, por su diferencia, como otros de sus características (“Forrest Gump”, “Rain Man”, los “Campeones” de Fesser, el Nota de “El gran Lebowwski”, …) han dado lugar a grandes y bonitas películas. Es este el caso. En ambas cintas nos entregamos a dos preciosas historias que nos enganchan y emocionan de principio a fin y salimos del cine sólo con una cosa en mente: ganas de más.
“Dersu Uzala. El cazador” / “Dersu Uzala” (Dir: Akira Kurosawa):
Volver a ver en una pantalla grande “Dersu Uzala. El cazador”, el clásico de Akira Kurosawa, (1975; ganadora del Oscar a la mejor película extranjera en 1976 para Rusia) es un auténtico placer. Sus dos horas veinte minutos y su metraje dividido en dos partes (probablemente en su año de estreno se proyectase de dos veces, con parada de por medio para ir al baño o tomar algo y de paso cambiar el rollo de la proyección) no me impiden dejar de prestar atención ni un segundo a la historia de amistad entre un militar ruso, el capitán Vlaidimir Arseniev (fantástico Yuriy Solimin), encargado de una misión topográfica en plena tundra siberiana, y un cazador solitario, el Dersu Uzala que da título a la historia (absolutamente genial Maksim Munzuk) al que encuentra de causalidad y cuyas vidas quedarán unidas para siempre. Dos hombres que en la diferencia encontrarán su nexo y que se ayudarán de principio a fin siendo un trueque de aprendizaje mutuo constante, algo que marcará sus vidas para siempre. Todo ello a través de una cinta de aventuras, entretenida y emocionante, en el que el genial director nipón (aunque esta peli, por cuestiones del destino, acabaría rodándola en Rusia) analiza la esencia de la buena amistad, las relaciones humanas, así como la relación del hombre con la naturaleza. Una preciosa historia de superación y aprendizaje que tiene su mayor baza en el encantador y genuino personaje del cazador siberiano, un ser de “otro planeta”, lleno de bondad y sabiduría, testarudo y “borrachín”, de corazón enorme y conocimiento sin fin y cuya presencia en la pantalla llena de encanto todo el filme. Una película redonda, de una gran belleza formal (esa naturaleza mostrada en pantalla de manera magistral), con un guion fantástico (que goza de un perfecto análisis de personajes y de una fantástica disección antropológica/folclórica/documental) al que es imposible no caer rendido de principio a fin. Emocionante. Bella. Humana. Cine clásico de gran calidad. En definitiva, muy recomendable.
“La familia que tú eliges” / “The Peanut Butter Falcon” (Dir: Tyler Nilson y Michael Schwartz):
También disfruto de la comedia dramática o del drama con tintes de comedia “La familia que tú eliges”, una notable cinta del último cine independiente americano (y uno de los pocos “sleepers”, o éxitos por el boca-oreja, de la taquilla americana de este año) que habla de la relación de amistad de un hombre americano desorientado en su estancada y desnortada existencia y un joven síndrome de Down que se ha escapado de un centro donde estaba recluido. El azar hará que ambos seres solitarios, y necesitados de cariño, se junten y emprendan una bonita aventura en busca de dos objetivos diferentes (uno llegar a Florida para empezar una nueva vida; el otro encontrar una escuela de aprendizaje de lucha de “Wrestling” con la que está obsesionado) para cuyo alcance se necesitarán y ayudarán mutuamente. Una sencilla historia (a la que se unirá una tercera persona; la joven voluntaria encargada del joven Down en el centro del que ha huido) llena de buenas intenciones y con un perfecto equilibrio entre la risa y la lágrima, que habla de gente perdida en busca de segundas oportunidades y que goza de la ternura de la historia así como del carisma de esos personajes diferentes, de esos “outsiders”, de esos seres fuera de la sobrevalorada “normalidad” (siempre insisto en la misma pregunta: ¿Pero, qué es ser normal?) , que gozarán de nuestro beneplácito y apoyo prácticamente desde el minuto uno de su aparición en pantalla. Me refiero a ese joven en crisis consigo mismo, perdido en una vida que no se ha portado con él como esperaba (fantástico Shia LaBeouf; quizá lo mejor de la cinta); a ese entrañable joven con síndrome de Down (un Zack Gottsagen que llena de luz, gracia y “charme” la pantalla”) y esa joven voluntaria cuyo presente veremos que no es tan ideal como nosotros creíamos (una luminosa, cada vez me gusta más, ya lo dije hace poco en este blog, Dakota Johnson). Una película sencilla, casi “naif”, deliciosa y entrañable, tan divertida como triste, pequeña pero grande, perfecta para una tarde de cine y aire acondicionado en estas calurosas tardes de verano. Entrañable. La disfrutarán. Créanme. Palabra de cinéfilo emocional y “sensiblón” y, por suerte, absolutamente alejado de la “normalidad”. ¡Viva Dersu Uzala, los síndromes de Down y la diferencia!!
NOTA: Post dedicado a mi cuñado (siempre grande) Antonio.
Dersu Uzala debo verla todavía, y ahora tengo más gana aún! Feliz de leer que te lo hayas pasado bien en la playa (estoy en eso justo ahora) y que hayas vuelto al cine ya! :–)
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Gracias, Sam. He estado en Zahara, cerca de Sevilla. Mi paraíso terrenal. Ahora ya de vuelta a la capi. Te recomiendo Dersu Uzala. Una gran película. Estoy seguro de que te gustará. Un saludo. Y gracias por pasar por el blog.
Felipe.
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La veré! Yo en agosto iré también unos días a Conil, no lejos de Zahara! :–)
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Dersu Uzala, maravillosa y en Khabarovsk, donde me tocó trabajar por el caprichoso destino, muy soviet y muy baja Siberia 😄😄
Sobre Zahara poco que añadir, es insuperable 👍👍
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Hola Pedro.
Coincidimos en “Dersu Uzala” y zahara. Dos maravillas para disfrutar al máximo. 🙌🏻
Me encanta lo de tu trabajo en Siberia. Eso me lo tienes que contar en próxima quedada.
Un abrazo.
Felipe.
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