Pues me despido del blog unas semanas. Ya sabéis que toca descansar. No quiere decir que deje de ver cine, eso nunca, pero sí me tomo un descanso de salas hasta el 2022. Tengo mis motivos. Volveré a hablar de cine a la vuelta. Ahora toca descansar. Cantar el “pero mira como beben los peces en el río” y comer polvorones y demás viandas a diestro y siniestro, para volver afónicos y coger esos kilos de más sin los que la cuesta de enero no sería “na de ná”. A juntarse con amigos y familia, siempre que el COVID nos lo permita, porque está la cosa que no sé yo, que yo que sé… Y relajarnos de la bendita rutina y el demoledor stress, ese “matrimonio destroyer”, que a veces acaba con nuestra serenidad física y mental. Lo dicho. Disfruten de las vacaciones si las tienen y les dejan.
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