Resumiendo, en pocas palabras, “El cautivo” de Amenábar no me cautiva. Una pena. Y no quiero decir con ello decir que no me interese la película, que lo hace, ni que no me entretenga, que también y mucho, que tenga sus aciertos, que son demasiados y sus cosas positivas, que otras cuantas, pero me vuelve a traer a ese Amenábar desenfocado al que nos tiene acostumbrado últimamente y que nos hace añorar demasiado a aquel Alejandro del ayer.
Sí, y es que el inicio de este reputado director no pudo ser mejor. Encadenar tres obras tan fascinantes como potentes como lo fueron “Tesis”, “Abre los ojos” y “Los otros”, llenas de originalidad y fuerza, de garra y de imaginación, de creatividad y poder, es sólo de los GRANDES, con mayúsculas, de genios. A ellas se le sumó esa preciosa y entrañable historia sobre la eutanasia llamada “Mar adentro”, la cual, incluso, justamente, al menos para esos los espectadores muy emocionales como yo, le deportó un merecido Oscar a la mejor película internacional. Pero fue llegar “Ágora” y empezar a derivar en un maremágnum de proyectos, todos llenos de interés en cuanto a la temática, pero descafeinados en la manera de ser llevados a la pantalla, que no me acaban de convencer. Un devenir de películas sin ese arrojo de sus primeras obras, sin esa perfección, sin ese rigor, sin esa mano que sólo tienen los “elegidos”. Todas sus obras, desde entonces, las disfruto, pero no me llenan, no me convencen, me hacen quedarme con un cierto aroma de frustración. De ese “quiero y no puedo”, de aquel “lo que pudo ser y no fue”, …, que me dejan a medias, un tanto interruptus. Lo cual, como pueden imaginar, no mola.
Me vuelve a pasar con su “El cautivo”, filme que venía para vencer y no acaba de convencer, al menos para el que suscribe estas líneas. Esto es lo que siento tras su visionado.

“El cautivo”. (Dir: Alejandro Amenábar).
Voy con ganas, pero cauto, al estreno de “El cautivo”. Con ganas, porque es Amenábar, alguien que tiene todo mi respeto y cuyo cada uno de sus estrenos merece, al menos para un servidor, pagar la entrada. Cauto, porque las críticas son tibias o negativas, así como que no ha tenido demasiado impacto mediático en la temporada de festivales propios de la época de septiembre, lo cual me da mala espina, me escama.
¿Que qué me parece? Pues fallida. A medias. Desenfocada. Un tanto de cartón piedra, incluso Kitsch, destartalada… Me entretiene, sí, mucho. Me interesa, más. Cervantes y todo el abanico de temas que a su alrededor plantea Amenábar es de curiosidad máxima. Pero no me apasiona, no me brama.
¿Por qué no me atrapa, pues? Por su fallido guion que abarca mucho, pero aprieta poco, mezclando demasiados géneros, no acabando de ser ni una peli de aventuras, ni un drama, ni una comedia, ni una de huida carcelaria, /realmente se centra en los años que estuvo preso en la cárcel de Argel y de cómo intentó escapar de ella), …. Demasiados flancos, poco foco. Demasiadas aristas, para tan desdibujado poliedro.
Tampoco por su ambientación, un tanto de cartón piedra. Hay muchos decorados, algunos fantásticos, pero otros que parecen una carnavalada. Siento, a veces estar en la recreación de un parque temático, en un “Puy de fou” de temporada. Había presupuesto, no acabo de ver la mano cuidadosa, delicada. Visualizo demasiado extra, demasiado trampantojo, demasiado muro de pladur, …
Su irregular reparto tampoco me engancha. Su prota, luego hablo de él, está fantástico, el resto no le andan a la zaga, y no porque sean malos actores, que no, sino porque sus personajes se quedan desdibujados, como a “media jornada”.
Se tratan demasiados temas, todos interesantes (la homosexualidad en épocas anteriores; la intransigencia de todas las religiones, que son similares todas, se andan a la zaga; lo importante de la imaginación, de la creatividad, para poder evadirnos, gozar, salir de nuestra realidad, volar, …), pero le falta filtro, tener claro el sobre qué quiere hablar. Me resulta dispersa en temática. Un poco «tutti-frutti». A veces poco sutil, con demasiado subrayado, que hace caer en lo sobreactuado, un tanto, incluso, en lo fingido, grotesco.
¿Qué me gusta? La valentía de Amenábar. Cada proyecto es un riesgo. Se la juega. Se lanza. No se amilana. Y eso, para mí, es de aplaudir, bien merece mi paso por el cine, mi pasta.
Lo interesante de los temas. Hablar de lo absurdo de la religión a la hora de evaluar la moral de un humano, cuando lo importante es el corazón, la bondad del ser. El tratar sin miedo la homosexualidad en épocas pasadas, aunque a veces caiga en el subrayado, incluso un poco en la caricatura, aún a riesgo de que personas anticuadas se lancen a la crítica fácil, despiadada (qué cateto sigue siendo este mundo anticuado a veces, de verdad, …). Su sentido homenaje a las bondades del poder de crear, de imaginar, de vivir con pasión, con arrojo, sin miedo a fallar, …
Su actor principal también recibe mi aplauso. Yo no fui con una idea preconcebida de Cervantes y me encanta el trabajo de Julio Peña. Se entrega y me embauca. Amenábar habla del poder de apasionar de Cervantes para su supervivencia. El actor consigue mi atención, como lo hacía el escritor con sus coetáneos, y me engancha en su manera de decir los textos, de vivir cada escena, me atrapa.
Todo eso y que es muy entretenida. Que no aburre. No cansa.
Lo dicho. ¿Interesante? Sí. ¿Entretenida? Más de lo mismo. ¿Buena? ¿Lo que se dice buena? Pues con regular basta. De seis, no pasa.
Pero se lo dice un humilde escritor de blog que daría lo que fuera por escribir como el gran Miguel de Cervantes y dirigir, aunque a veces se le vaya la mano, como Amenábar. Ambos tienen mi admiración. Palabra de caballero cinéfilo lleno de pasión, mis queridos “hoymevoyalcinemaniacos”. Vayan a verla y decidan ustedes, que es, con permiso de “Romería”, por el foco mediático, la peli española de la temporada.

Hola Felipe.
Aún no he visto «El cautivo» (sí «Romería» que me gustó pero algo menos que las previas de Sinón quizá por ser menos sutil), pero siempre he considerado que la mejor película de Amenabar es «Tesis» y que después ha ido progresivamente cayendo (para mí de forma lineal, cada una un poco más floja que la previa). Así que no espero demasiado de su nuevo film.
Un saludo.
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No sé si la has visto aún, pero es floja. Amenábar desde sus brillantes comienzos ha perdido un poco el foco. A ver si remonta y vuelve con uno de esos thrillers que nos deje con la boca abierta. Ojalá.
Un abrazo:
Felipe.
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Ay, siempre las dichosas expectativas…
Los listones puestos o impuestos nos hacen prejuzgar a veces y luego vienen los chascos 😦
Habrá que verla y salir de dudas!
Gracias por la recomendación, y vemos que has pasado un veranito de los buenos, de los que tú te mereces 🙂 si es que es lo que tiene ser un disfrutón del cine, y de la vida…
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El verano 10, la de Amenábar no tanto. Con ambas experiencias había expectativas. En un caso se cumplieron, con un verano genial. En otro, EL CAUTIVO, nada.
Un abrazo. Mi contrablogger.
Felipe.
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