Días extraños. Películas raras.

            ¡Qué temporada llevamos!! Y no me refiero al cine, precisamente. Que si una pandemia, que si un confinamiento, que si una DANA, que si una Filomena, que si un apagón, que si… A ver si llega ya por fin la invasión alienígena y el apocalipsis zombi y nos hacemos un completo. O los GREMLINS, o el YETI, o el… Porque,… ¡Madre mía!! Y es que más que la vida, esto parece una peli, un plató. Algo que nos hace recuperar aquella idea de que “la realidad, supera la ficción”. Oye, nunca mejor dicho. Y es que últimamente el día a día nos tiene en jaque, en alerta constante a lo que pueda pasar. O como solía decir mi abuela. “Lo que mis ojos no verán”. Tal cual. Momentos que nos hacen reflexionar sobre nuestra fragilidad, sobre lo efímero y etéreo de todo y sobre lo importante, algo que repito constantemente, pero que para nada es una frase hecha, que es el aprovechar cada instante, que la vida, cuando menos te lo esperas, desaparece, vuela, se esfuma….

  Días extraños para tiempos difíciles. O tiempos difíciles para días extraños. Lo mismo da, que da lo mismo. Así que, nada mejor que escaparse al cine. Aunque, esta vez, me toque una peli rara, rara,… Cais como las situaciones que estamos viviendo. “The end”, se llama. Esto es lo que me parece.

“The end” (Dir: Joshua Oppenheimer):

            Voy a “The end” por mera curiosidad. Las críticas son súper encontradas. Los hay que la alaban por su originalidad y creatividad. Los hay que la rechazan por su esnobismo y nadería. Me encuentro entre estos últimos. No me gusta. Me parece rara, rara.

            Es un musical apocalíptico, ni al pelo con estos días, que habla de una familia que ha escapado de un mundo exterior, que se sobreentiende en extinción, y que vive de manera acomodada en un búnker que han construido para salvarse de tal extrema situación.

            La idea es original. Los actores no pueden ser mejores (Tilda Swinton, Michael Shannon, George Mackay, …). No sólo interpretan divinamente, sino que también cantan a las mil maravillas. Las canciones, al más puro estilo Broadway, a pesar del tema que tratan, me gustan. O las escucho con agrado. Habla de temas interesantes: relaciones personales, familia, amor, frustraciones, miedos, secretos, sueños, … Pero no funciona. Se queda en una nadería. En algo demasiado impostado y esnob. Nada expresivo, un tanto vacuo y vacío, y que no llega. Resulta artificiosa y una tanto forzada. Miro el reloj más de tres veces. Una pena. Porque iba con ganas. De que me sorprendiera, me llegara, me explotara. Pero nada, la cosa no llega, ni siquiera en un final que fuera sorprendente que hiciera honor a ese “The end” del título. Es tan anodino como el resto.

            Me voy tal como fui. No me aporta nada. Así que no puedo recomendárosla. Lo que sí puedo hacer es desearos un gran puente a los que lo tengáis. Eso, y que viváis, disfrutéis, que quién sabe, tal y cómo está el mundo, si habrá un mañana. Se os quiere, mis amados “hoymevoyalcinemaniacos”.

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