David Fincher y su “The Killer”.

Últimamente no paramos de hablar de grandes. Que si Woody Allen, que si Kore-Eda, que si Erice, que si Scorsese, que si Nani Moretti, que si Trueba… La cartelera está que lo tira en lo que se refiere a hablar de referentes. Clásicos del hacer buen cine. Del séptimo arte mayúsculo. Esta semana tocaba otro genio. El polifacético y siempre en constante proceso de experimentación y juego, el siempre efectivo e interesante, David Fincher, autor norteamericano que ha conseguido ganarse a pulso el honor de ser uno de los directores actuales más gratificantes y sugerentes del cine llegado de Hollywood.

A él le debemos algunos de los thrillers más redondos de las últimas décadas. Suyas son cintas tan desasosegantes, oscuras, complejas y valiosas, como “Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres” y “Perdida”, así como esos dos largometrajes, tan bien calculados como totémicos, llamados “Zodiac” y “Seven”. Pero es que a esa misma creativa, talentosa e inteligente, cabeza también le debemos dramas de calidad máxima como “El Curioso caso de Benjamin Button” o “Mank”. Qué decir de esas dos obras maestras del cine, indispensables para entender la sociedad contemporánea, para mí dos referentes del último mundo de los fotogramas, que llevan por título “El club de la lucha” y “La red social”.

Como curiosidad y a modo de anécdota también diré que de su ingenio, asimismo, han salido algunos de los mejores videoclips de mi siempre admirada y aplaudida MADONNA.

Estos días se estrenaba de manera limitada y en pocas salas su nueva obra. En breve tendrá su estreno masivo en NETFLIX (este viernes 10 de noviembre). Yo, a pesar de pagar la plataforma, de acuerdo con mis principios y necesidades, paso por caja para verla en gran pantalla. No encuentro otra manera de hacerlo, de poder disfrutar de una obra tan estimulante como disfrutable. Estas son, pues, mis impresiones sobre “El Asesino” o, me gusta más como suena en inglés, “The Killer”.

“El asesino” / “The Killer”. (Dir. David Fincher).

            De impecable y muy gozoso califico este el nuevo thriller de David Fincher que perfectamente se había podido titular “Decálogo de un asesino a sueldo”. El director americano nos introduce de la manera más directa y aséptica posible en el día a día de un profesional del asesinato. Casi de manera quirúrgica, asistiremos a su rutina diaria, en un análisis de naturaleza que podríamos calificar de deontológica de lo que es la existencia de este entendido de la morgue, de este experto de la muerte, de este sicario que mata por dinero, de este catedrático del homicidio organizado…  

            Contado a través de una interesantísima narración en off, muestra de la existencialista voz interior de nuestro implacable asesino, vivenciaremos la ordenada y disciplinada concatenación de acciones que nuestro frío protagonista ejecuta en cada uno de sus acometidos profesionales. Actividades que van, entre otras muchas cosas, desde las precisas rutinas de preparación previa relacionadas con las mortales armas de su trabajo, a sus sesiones de yoga, sus curiosas dietas proteicas, limitadas y organizadas sesiones de sueño, impecables métodos de camuflaje/espionaje, así como sus no menos sobresalientes y letales destrezas aniquiladoras, sobre todo cuando de venganza estamos hablando. En la mente de un asesino todo ha de estar calculado. De manera meticulosa, milimétrica, … No hay espacio para el error, para la duda. Sólo así se conseguirá alcanzar el objetivo.

Y es un pequeño error el que genera, también hay espacio para las inseguridades y las desatadas pulsaciones por minuto, el conflicto de esta interesantísima y muy amena película, dividida en varios capítulos, que muestra de manera casi científica, a pesar de que se trata de un tema de ajuste de cuentas, los paso necesarios y lógicos que nuestro prota deberá de tomar para conseguir, o no, ejecutar su último plan maestro.

Y hablando de maestros, hay que destacar la atinada y certera mano de nuestro director. Tan implacable y efectiva como nuestro prota. Fincher no falla. Como no falla el recuperado para la gran pantalla y actorazo donde los haya Michael Fassbender. El vals que se marcan a dúo actor y director es de categoría. Quizá no la mejor película de la temporada, pues no. Pero sí un thriller tan potente, adrenalínico e interesante, como la efectividad de nuestro riguroso, aunque también humano, “KILLER”.

Personalmente, mis “hoymevoyalcinemaniacos”, la veáis en pantalla grande o a través de NETFLIX, muy recomendable. No os la perdáis.