SUPERMAN 3.0.

            Voy el día del estreno a ver la nueva versión e “SUPERMAN”. No es mi superhéroe favorito, pero estoy con ilusión por visionarlo. Las dos entregas anteriores no me gustaron, así que espero con ganas que ésta me reconecte con el héroe de METRÓPOLIS. Las críticas y comentarios son muy buenos y parece que James Gunn, director de la trilogía de “Guardianes de la Galaxia” y de pelis como “Escuadrón Suicida”, geniales, entre otras, así como guionista de muchos de los éxitos de MARVEL, le ha dado una vuelta de lo más positiva al personaje. Yo siento una cierta decepción inesperada. Esto es lo que siento tras verla.

“SUPERMAN» (Dir: James Gunn).

            He de dejar claro que me encanta el trío protagonista elegido. David Corenswet no puede dar mejor el perfil como el héroe de capa roja, no sólo desde el punto de vista físico, clavado al icono que todos manejamos en nuestra mente, sino desde el punto de vista interpretativo. Le aporta humanidad y fragilidad, algo que engrandece al personaje. Está perfecto. Gran casting. Igualmente le dan buena réplica Nicholas Hoult como Lex Luthor y Rachel Brosnahan como Lois Lane, ambos también fantásticos. Asimismo reconozco que se me ponen los pelos de punta cada vez que suena el tema musical que compuso con tan buen tino John Williams. Oírlo es magia. Que me encanta Krypto, el perro con superpoderes que acompaña a nuestro héroe en todo el filme. Mascota que aporta frescura y gracia a la historia. Y que el que le hayan dotado de vulnerabilidad y de humanidad al personaje principal, acercándolo más a un humano que a un héroe de acción, me parece una idea súper afortunada. Hasta ahí bien.

            Pero no entro en la película. El tono desenfadado y guasón que tan bien le funcionaba a James Gunn en la trilogía de “Guardianes” o en otras de las películas de Marvel donde ha metido mano, aquí infantiliza a la cinta y no me aporta nada. Hablo en primera persona, la gente está enloquecida con el resultado. A mí, esta versión 3.0, para nuevas generaciones, me saca totalmente del metraje y la encuentro facilona y pueril. Quizá mi espíritu viejuno, puede que la culpa resida en mí, esperaba una versión más clásica y elegante del cómic, sin ser muy entendido yo del arte de las viñetas, pero lo que James Gunn me propone me parece facilón, pueril y poco excitante. Quizá sea que la veo en versión doblada, yo creo en el V.O., a las 16:00 horas de la tarde, no la mejor de las sesiones, pero no consigo entrar en ningún momento. Me entretiene, porque se me pasa en un plis, pero no me engancha. Demasiado ruido, efecto especial, chiste fácil y personaje sobreactuado. Yo hubiera preferido algo menos explosivo, minimalista y sentido.

            No soy el único. Vamos dos adultos y cuatro adolescentes y a nadie le convence del todo.  A los más jóvenes un poco más, quizá es una cosa generacional. A los dos adultos, mi “Doña” y un servidor, nos deja plof. Nos quedamos “pizcuetos”. Al verlas venir. Ni nos reímos con las gracias, ni nos emocionamos con la trama. Sólo el final nos atrapa un poco por la pirotecnia, la acción, pero insisto, poco o casi nada.

            “Not, my cup of tea”, como dirían los ingleses. Lo que le funcionaba, y mucho, a Gunn en cintas anteriores, aquí no le va nada. Pero quizá es cosa mía, porque todo el mundo está enloquecido con el resultado. De hecho, le deseo lo mejor en la taquilla. Cualquier peli que funcione en salas, en la crítica especializada, o en las redes, es un premio para mí, lo quiero con ganas. Pero yo tengo que ser honesto con lo que siento y es lo que acabáis de leer. Me hubiera gustado que mi reseña hubiera sido toda una “fanfarria”.

            Vayan a verla, si lo tenían planeado, y juzguen ustedes, mis queridos “hoymevoyalcinemaniacos”. A lo mejor es cosa mía, que me he quedado desfasado y el nuevo SUPERMAN les encanta. Manténgame informado si así les pasa.