La Jolie y la Callas. (+ Claquetómetro)

Voy a ver “María Callas” sin muchas expectativas, aunque he leído cosas muy buenas sobre ella y sobre su actriz principal. Me acerco a verla más por su director, Pablo Larraín, autor con un lenguaje propio de cuyo buen hacer salen siempre interesantísimas películas, que, por su actriz principal, Angelina Jolie, intérprete de la que soy consciente de su belleza y talento, pero que no se encuentra entre mis favoritas. La película vuelve a ser un acercamiento a una mujer reconocida, como ya había hecho anteriormente con resultados muy positivos el director chileno. Primero fue “Jackie”, con Mrs. Kennedy como punto de mira, y con una fabulosa (consiguió nominación al OSCAR) Natalie Portman a bordo. Después fue el turno de “Spencer”, con la princesa de Gales, Lady Di, como objeto de análisis y con una sobresaliente (también consiguió nominación a los premios de la Academia) Kirsten Stewart como intérprete. Ahora le toca el turno a la famosa diva de la ópera, la “María Callas” del título, y a Angelina como fantástica (no ha conseguido nominación, pero lo merecía) protagonista máxima. Esto es lo que me parece su visionado.

“María Callas” / «Maria» (Dir: Pablo Larraín).

Elegante y bella, como un aria de ópera, me parece “María Callas”. No tenía muchas expectativas, insisto, pero, para mi sorpresa, su visionado me atrapa desde el minuto uno y no me suelta hasta el final. Larraín vuelve a acertar y lo hace con la misma fórmula usada en sus dos acercamientos anteriores a otras dos famosísimas féminas. Para empezar no nos cuenta de una manera cronológica, lineal y convencional, la vida de nuestra protagonista, sino que trata de reflejar su esencia focalizando en un momento de su vida concreta, en este caso el de su declive, en el París de los 70, cuando la “prima donna” vive aislada, retirada y en estado de depresión. Una técnica que nos permite entender perfectamente quién es y cómo ha sido su vida sin arrollarnos con datos y más datos de su existencia. Salimos del cine conociendo un poco más al personaje sin haber sido atiborrados a referencias y más referencias sobre ella, sino sólo habiendo visualizado unos cuántos momentos previos al final de sus días, a su ocaso. Y dos, elegir a la actriz adecuada para ponerse en la piel de tan mítica diva. Y en este caso vuelve a acertar con Angelina Jolie. No sé si veo a María Callas, no lo puedo asegurar, pero sí veo una enorme interpretación por parte de la actriz americana quien se intuye dejarse la piel en el complejo objetivo de interpretar a la cantante griega. Es imposible apartar su mirada de su presencia en escena. Convence y vence.

Larraín acierta con esos dos elementos y los potencia positivamente con una elegante puesta en escena llena de bellísimos planos, que, acompañados con una perfecta selección de algunas de las mejores arias operísticas, un buen y original montaje, su perfecta mano en la dirección, así como dos personajes secundarios maravillosos, los otros dos grandes protagonistas de la historia, llenos de empatía y simpatía que bordan los italianos Pierfrancesco Favino y Alba Rochwacher, dando como resultado una hipnótica película llena de interés, fascinación y belleza.

Me sorprende gratamente y salgo queriendo escuchar sólo ópera el resto de mi vida y, por supuesto, deseando más proyectos para Pablo Larraín y, a partir de ahora también, para la Jolie.  

Claquetómetro:

Y así quedaría el CLAQUETÓMETRO previo estrenos del jueves. Nada más. Hasta el próximo post. Se os quiere. Sean muy felices, disfruten de la vida y vayan al cine.

2 comentarios sobre “La Jolie y la Callas. (+ Claquetómetro)

  1. Ay, mi Angelina… desde que la vi en ’60 segundos’ (no he visto su oscarizada ‘Inocencia interrumpida’) me trae loco jeje

    Camaleónica, tan pronto se hace una peli de acción como una película de cualquier otro tipo, incluso se atreve con la dirección… artistaza, nivel Callas!!

    También como María tiene sus rollos con el amor y desamor… con hombres importantes…

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