“Mais oui, cést bon!!!!”. Buena tarde de cine francés

Elijo para mi tarde de cine, una sesión doble de cine francés. Ninguna de las dos películas me atrae a priori un montón, pero tampoco me importa verlas. Vienen precedidas por buenas, aunque no excelentes críticas, pero tampoco tienen mala pinta. Disfruto, un montón, he de decirlo, de ambas y me voy a casa contento con la sensación de que mi inmersión en la cinematografía del “oui, madames et monsieurs”, ha merecido la pena. Vamos allá, o “allons-y”, como dirían nuestros compatriotas galos.

“Un hombre fiel” / “L´homme fidèle” (Dir: Louis Garrel):

Me divierto y paso un buen rato en esta comedia sobre el amor y la fidelidad cuya mayor virtud es la síntesis. Dura solo 75 minutos y cuenta mucho en poco tiempo. La historia es una especie de culebrón que empieza cuando Marianne (Laetitia Casta) le confiesa a su pareja, Abel (Louis Garrel, el propio director), que va a tener un hijo con el mejor amigo de éste, Paul. A eso se le añadirá el hecho de que la hermana de Paul (Lily-Rose Depp) está absolutamente enamorada desde la infancia de Abel. Todo este lío amoroso y una muerte como desencadenante provocarán el conflicto. Y entre medio una divertida, llena de sutil y sencillo sentido del humor, comedia sobre las caprichosas decisiones de Cupido o, mejor dicho, del ser humano. Sencilla pero graciosa. Sin muchas pretensiones pero de gran resultado final. Directa, sin rodeo, y con un sentido del resumen y de la elipsis que ya nos gustaría a muchos que tuvieran una gran mayoría de los actuales directores de cine, quienes piensan que a mayor metraje mayor calidad (qué error; ¿para qué las películas de 3 horas?). Y tres actores que, sin aspaviento, ni sobreactuación alguna, a cara lavada y con la mayor naturalidad posible, prestan de manera ejemplar su cuerpo y su voz para esta bonita y curiosa pequeña sorpresa de la cartelera. Recomendable para los que amen la sencillez y las cosas mínimas.

“En buenas manos” / “Pupille” (Dir: Jeanne Herry):

Me gusta también mucho, incluso más, este bonito y emocionante drama en torno al tema de la adopción y la acogida. Lo interesante de la misma es que trata una sola historia, el proceso de adopción de un niño, pero desde el punto de vista de todas las personas que están implicadas en la historia: desde la joven madre biológica que decide dar a su hijo en adopción, a las enfermeras del hospital, los trabajadores sociales, ese padre de acogida que servirá de intermediario en este arduo periplo, a esa luchadora mujer que está deseando, después de muchos años de sufrimiento, ser madre monoparental … Ninguno es el verdadero protagonista y a la vez lo son todos. Y entendemos muchos de los claroscuros que ciernen en torno a un caso de adopción; comprendemos las dudas, los sinsabores, las alegrías, las penas, las frustraciones, los fines, los miedos, … de cada uno de ellos. Personajes llenos de vida, atractivos e interesantes, a los que dan vida unos fantásticos actores franceses (Sandrine Kiberlain, Gilles Lellouche y Elodie Bouchez, están fantásticos). Risas y lágrimas para una historia que se acerca a un trozo de realidad de nuestro mundo, tan interesante y complejo, como es el de la adopción. Una notable y muy recomendable película.