Voy a ver lo nuevo de Park Chan-Wook animado por las buenas críticas que se han escrito sobre ella desde su presentación en el Festival de Cannes del año anterior. Acudo con curiosidad, pero con mis reparos, lo reconozco. Me gusta el cine oriental, pero no es el que más me llena. Generalmente su ritmo pausado y su espíritu metafórico, a veces me deja un poco fuera de sus, por otro lado, casi siempre interesantes, inteligentes y cuidadas películas. Más que con el tipo de cine, es algo que tiene que ver conmigo, lo asumo. Y digo esto, consciente de que no me gusta nada generalizar. Lo veo un error. Y que algunos de sus directores y algunas de sus películas me parecen magistrales y de lo mejor de la historia del cine, véase, por ejemplo, todo el universo Wong-Kar Wai, o su, especialmente venerada por un servidor, magistral “In the mood for love”, por poner solo un buen ejemplo.
En este caso disfruto de mi tarde de cine de latitudes ESTE. Acierto. Paso una buena tarde de buen cine de allá la lejana Asia. Me convence Park Chan-Wook y su “Decision to leave”. Estas son las sensaciones que tengo tras su visionado. Vamos con ellas.

“Decision to leave” (Dir: Park Chan-Wook):
Amor, obsesión y misterio, son los tres ejes centrales sobre los que se sustenta el nuevo thriller/drama del aclamado director asiático Park Chan-Wook, una elegante cinta, que tiene su mejor baza en la magistral mano de su afinado y brillante autor coreano, y en ese magnético tánden de personajes/actores que sirven de foco central de este interesante, intenso y bello largometraje.
Una misteriosa mujer y un supuesto suicidio, el de su marido. Este es el punto de partido de nuestra historia. Un detective encargado de investigar el caso. Desde ese instante, toda una obsesión. Ella y su verdad… o ella, siempre ella, y su mentira. ¿Quién sabe? A partir de ahí una interesante y original historia llena de giros y sorpresas rodada con belleza y maestría por su creador. Sus cuidadas imágenes, su perfectamente elegida música (¡esa canción, ay, esa canción!!) y sus impecables intérpretes, unidos a la fascinación que provocan sus complejos personajes, te empujan a sumergirte de lleno en este notable filme de suspense, no exento de humor, y que muestra de manera elegante y muy cuidada una nada convencional, pero bonita, historia de amor. Al final siempre el amor.
Me gusta. Mucho. Y cuando digo mucho es mucho. Y entiendo la expectación y el aplauso, como el apoyo de la crítica, que ha generado desde su presentación en el Festival de festivales, aquel de la “Croisette”. Pero no me parece tan redonda como muchos sugieren. La disfruto. Un montón. Me sumerjo en su fascinante historia, en su acertado foco en la complejidad de la naturaleza humana y en su inquietante misterio. Pero no me puedo hipnotizar del todo. Quizá su complejo guion, aunque lleno de imaginación y creatividad, es demasiado alargado y le falta síntesis, no riesgo, eso sí, tampoco interés. Quizá demasiadas ideas y minutos, algo que me ocurre muy frecuentemente con la filmografía del continente asiático. Decisiones narrativas buenas, iguales o mejores imágenes. Pero me falta ese punch que me hace salir elevado, alucinado, …. Salgo sabiendo haber disfrutado de una buena tarde de cine. Pero no emocionado. No rendido, como otros, a sus pies.
Resumiendo. Una buena película. Muy buena, es más. Con “momentazos” y planos para el recuerdo. Pero que no acaba de producirme ese toque sobresaliente que leo en otros. De lo mejor de la actual cartelera, pues sí, seguramente, pero no mi favorita. Ahora decidan “hoymevoyalcinemaniacos”, qué es, si van a verla, lo que les parece a ustedes.

La gente que estáis al día de los estrenos, leéis mucho y os empapáis,
vais con las temidas expectativas a la sala 🙂
No sabe uno qué es mejor al final… ambas tienen cosas buenas, eterno debate…
No se puede generalizar, en lo único que habría que hacerlo es que cada post del blog hay que leerlo. 😀
Anotada la recomendación!
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Nada como las expectativas. Enemigas mortales del cinéfilo. Te pueden arruinar una película… pero que buenas son cuando se hacen realidad.
Yessss!!!
Un abrazo.
Felipe.
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