¡Santa Scarlett Johansson y su Viuda Negra!!

Empiezo con una afirmación rotunda. Amo a Scarlett Johansson y a su personaje de Viuda Negra. He dicho. Tras esto, continuamos.

Comencemos con la actriz. Adoro a Scarlett Johansson, una mujer bellísima, mejor actriz, de la que me prendé en esa maravilla de Sofia Coppola, que agita mi corazón cada vez que revisiono, llamada “Lost in Translation”. Su Charlotte, así se llamaba su personaje, esa joven perdida en un solitario Japón, en busca de turismo y cariño, me caló hondo, muy hondo, y su presencia quedó grabada en mi “disco duro” fílmico para siempre. Desde entonces, no he dejado de seguir los pasos de Mrs. Johansson, quedando maravillado en la mayoría de sus incursiones a la gran pantalla. Me fascinó su alienígena “vestido” con cuerpo de mujer fatal de “Under the skin”, me encariñé de su Molly en la divertidísima, llena de “sabooooor”, y muy jugosa y gozosa “Chef”, disfruté con cada una de sus maravillosas colaboraciones con el MAESTRO Woody Allen, “Match Point” a la cabeza, sufrí con esas dos madres, tan distintas ellas, pero igualadas en sentido de la protección de sus pequeñas criaturas, un poco “paralelas”, como las futuras de Almodóvar, en la perfecta “Historia de un matrimonio” y en la no menos fantástica y recomendable “Jojo Rabbit”, y me enamoré de su voz (¡Qué voz! ¡Oh, Dios mío! Repito. ¡Qué voz!) en cada una de sus interpretaciones, pero, sobre todo, en esa maravilla cinematográfica, poema-metáfora de nuestro siglo, llamada “Her”. Estos, por poner sólo algunos ejemplos. Resumiendo: es una actriz que me crea fascinación haga lo que haga, sumamente atractiva, sobresaliente en cada una de sus interpretaciones y a la que deseo mil y un proyectos, los cual prometo ver (“I swear”).

Algo similar me pasa con su personaje de Viuda Negra. También me encanta esa mujer de nombre Natasha Romanoff, tan buena de corazón como implacable y “destroyer”, que tan majestuosamente sabe aplicar su sentido común como repartir estopa entre todo tipo de maleantes y malhechores sin que se le menee un pelo, siempre en defensa del bien de nuestro planeta, en ése el Universo Marvel, que tantas satisfacciones nos ha traído a los cinéfilos en múltiples películas últimamente. Desde un inicio me ha caído bien esa “oscura viuda”, siendo uno de mis personajes favoritos del mundo de los “Vengadores” y, del mismo modo, siempre he querido saber de los orígenes de esa perfecta espía, con ecos de pasado soviético, tan humana como aniquiladora.          

            Por todo ello, voy con mucha ilusión a ver el largometraje que la casa Disney ha querido dedicarle a nuestra fascinante “matahari marveliana” dentro de su Universo cinemático de superhéroes. Esto, por si lo quieren saber,  es lo que siento tras su visionado.

“Viuda Negra” / “Black Widow”. (Dir.: Cate Shortland):

            Hay muchas cosas buenas en este monográfico fílmico dedicado a la superheroína de los “AVENGERS” encarnada por Scarlett Johansson Empezando por un principio prometedor y frenético, que nos avanza que la cosa va de espionaje a gran escala, siguiendo por unos perfectos títulos de crédito a ritmo de versión de NIRVANA (pongamos que hablamos de “Smells like Teen Spirit”, ahí es nada, …), continuado con el hecho de que es muy entretenida y rematando con esos cuatro buenísimos personajes entre los que pivota la historia, entre los que es imposible no destacar a esa grandísima Yelena Belova (Florence Pugh), “hermana” de nuestra amada “viuda”, en cuyo honor ha caído el muy prometedor reinicio de la saga (yo desde luego quiero saber más y más de ella, aunque vayamos a echar mucho de menos a nuestra adorada “Viuda Johansson” ). A destacar también ciertas escenas de acción y, por encima de todo, unos grandes actores (bien David Harbour y Rachel Weisz), entre los que sobresalen unas perfectas Scarlett Johansson y Florence Pugh (atención a la emergente estrella inglesa, porque está que se sale), en cuyo “tête-à-tête” fraternal radica el mayor acierto de la película. Al menos para el que suscribe estas líneas.

            Pero la película, de nuevo insisto en recalcar que, para mí, ésta es mi impresión personal, tiene un error enorme y es que la trama de la misma (no cuento nada, no por “spoiler”, sino porque, aunque muy simplona, mejor no saber de ella) en ningún momento está por encima de sus personajes y para nada se acerca a ese grandísimo homenaje que un personaje tan emblemático y redondo como el de “Viuda Negra” se merecía. Tenían todos los ingredientes para haber bordado esta nueva entrega: un personaje 10, con un oscuro pasado de espionaje y sufrimiento, un reparto perfecto y todo el dinero del mundo para despilfarrar en peleas, luchas, persecuciones y demás “macarradas”. Tenían todo para salir victoriosos. Pues la cosa se queda a medio gas. Entre Pinto y Valdemoro. En el limbo. En el ni fu ni fa. En el 5. En el “medio de los Chichos”. Se ve. Entretiene. Se disfruta, y mucho, al menos de todos los elementos positivos anteriormente mencionados.  Pero (“What a pity!”) a un menda, en ningún momento me emociona. La apruebo sí, la disfruto, también, pero en ningún caso me apasiona.

            Una pena. Porque tanto Scarlett (que declaraba su tristeza de no volver a enfundarse el “licroso” traje negro de su total y triunfal personaje), como su “Viuda Negra”, se merecían más. Mucho más. Ahora sólo cabe esperar que su magnética Yelena, la que toma el relevo de sus andaduras, corra mejor suerte. Estaremos con los dedos cruzados. “I wish!!!!”.