Triple ración de gran cine americano

Vuelvo a las salas con fuerza (tenía a mi gran pasión abandonada) y hago un triple acierto con un trío de películas de mismo origen, EE. UU., pero de muy diferentes géneros. Las tres me encantan y las tres recomiendo. Vamos por partes: un perfecto western, una comedia romántica sobresaliente y un notable drama lleno de optimismo y verdad. Vamos con ellas.

“Los hermanos Sisters” / “The Sisters brothers” (Dir: Jacques Audiard):

Absolutamente os recomiendo este perfecto western dirigido por encargo por el interesantísimo director francés Jacques Audiard (“Un profeta”, “De latir mi corazón se ha parado”, etc…). Un violento pero poético canto al amor fraternal (y amistoso) en las relaciones masculinas ambientado en plena fiebre del oro americana. Entretenido, interesante y lleno de belleza (sus imágenes del Lejano Oeste en combinación con esa perfecta partitura del gran Alexandre Desplat crea imágenes de poderosa fuerza) y con un reparto impecable (tanto Joaquin Phoenix como John C. Reilly, así como Jake Gyllenhaal y Riz Ahmed están perfectos), este western es una de las grandes sorpresas de la actual temporada cinematográfica. Las críticas son excelsas y puedo dar fe, al menos para mí, de ellas.

            La historia nos cuenta la odisea llevada a cabo por los hermanos Sisters (dos violentos y fuera de la ley forajidos) para realizar el último encargo de su Comodoro: buscar y acabar con la vida de un químico que tiene algo vital para la búsqueda del oro en este crucial momento del desarrollo económico norteamericano. En esa búsqueda habrá un tercer personaje en discordia, John Morris, un aventurero que se encuentra de avanzadilla para poder encontrar a la posible futura víctima y así facilitar el objetivo de los hermanos que dan título a la película.

Una trama que nos llevará al mejor cine de aventuras, al western puro y de gran calidad, con sus salones, sus duelos al sol, sus robos, sus caballos, sus pistoleros llenos de sed de venganza, sus caravanas… Pero en el fondo una gran y bonita historia de amor entre hermanos, de lazos de sangre inquebrantables, o no, llena de verdad y de emoción. Su final, créanme, no puede ser mejor y tener más belleza. No se la pierdan.

“Casi Imposible” / “Long shot” (Dir: John Levine):

Si me encantó “Los hermanos Sisters” también lo hizo “Casi Imposible” (“Long Shot” es su mejor y verdadero título original) una sobresaliente comedia romántica (género del que me confieso absoluto fan) ambientada en el mundo de la política. Formulada como una especie de “Pretty Woman” (de hecho, hay hasta un gran guiño a la misma a través de su mítico “It must have been love” de Roxette) pero al revés, aquí es ella la importante y no él, o una especie de “Notting Hill” pero cambiando el mundo de Hollywood por el de las urnas, “Casi perfecto” es una divertidísima reformulación del esquema de chico conoce a chica y se enamoran, a pesar de ser absolutamente opuestos, pero en versión 2.0. Y digo versión 2.0. porque la trama es un fiel reflejo de la actual época del movimiento “#metoo” y ella es un perfecto resumen de todo el empoderamiento femenino que, gracias a Dios, empezamos a vivir hoy en día y porque el humor que utiliza esta cinta es absolutamente negro y políticamente incorrecto, lleno de gags irreverentes en torno a cosas tan fuera del cliché rosa propias del género romántico como temas escatológicos, drogas y sexo (todos divertidísimos: para nada grotescos y groseros sino tronchantes e inteligentes).

       La trama nos cuenta la historia de Charlotte Field (Charlize Theron), actual secretaria de Estado del gobierno estadounidense, quien prepara su candidatura a la presidencia de su país, la cual volverá a encontrarse por azar con Fred Flarsky (Seth Rogen), periodista combativo y totalmente crítico con el sistema capitalista que nos domina, actualmente en paro. Lo curioso es que ella fue su “babysitter” de joven y, aunque ella no lo sepa, también su primer amor y la causante de su despertar sexual. La casualidad hará que, aprovechando el gran sentido del humor que derrochan los escritos del periodista, ella lo contrate para darle un toque de frescura y originalidad a sus, demasiado intensos, discursos políticos. A partir de ahí lo previsible, o no, porque si por algo se caracteriza esta gran cinta es por su originalidad y frescura.

Muy recomendable por su guion, por sus originales e inteligentes diálogos, por las risas que te echas, por dos actores enormes entregados a la causa (lo de Charlize Theron es de premio y Seth Rogen no le anda a la zaga) y que llenan de química y de gracia la gran pantalla y se dejan llevar por el sentido del humor en ciertos gags memorables y dignos para el recuerdo (al final hay uno muy en la línea de “Algo pasa con Mery” difícil de olvidar).

En definitiva, grandes dosis de risas y amor, perfectas para evadirnos en cualquier tarde del mes de este mundo al que con más sentimientos románticos y más carcajadas le iría mucho mejor.

“Gloria Bell” / “Gloria Bell” (Dir: Sebastian Lelio):

Y termino con este optimista drama, con toques de comedia y romance, que se erige como un notable análisis de un interesantísimo personaje femenino, la Gloria que da título a la cinta, protagonizada por una enorme, siempre, Julianne Moore. Remake americano de la cinta chilena rodada por el mismo director en su país natal en 2013 (yo no he visto la original así que no puedo comparar), “Gloria Bell” es el retrato de una mujer madura de clase media, separada y con dos hijos, que vive feliz su vida, la cual se reduce a sus horas de trabajo, sus hijos, sus hobbies (el yoga, por ejemplo) y a sus salidas nocturnas a varios clubs de Los Ángeles donde aparte de beber y bailar aprovecha para conocer hombres de su edad con los que sigue disfrutando de una activa vida sexual. Todo se complicará cuando conozca a uno de ellos, el inestable Arnold (John Turturro), quien restará luz y positividad a su estable y tranquila vida. “Gloria Bell” nos muestra varios momentos de esta mujer: sus charlas con amigas, su trabajo, sus visitas a sus hijos, sus salidas nocturnas y sus encuentros sexuales, sus cantos en el coche, sus momentos domésticos, su lucha contra el gato que se le cuela por la ventana, el momento de la depilación, … Nada extraordinario, nada vital. Pero, y ahí radica el acierto de la película, al final de su metraje, tras 90 minutos en su compañía, conocerás perfectamente quién es esta mujer y qué es lo que le pide a la vida, y cómo ella, querrás gritar y cantar a los cuatro vientos la canción del mismo nombre de Humerto Tozzi, todo un himno al optimismo y al seguir adelante, que para nuestra prota es todo un referente. Porque nada ni nadie, impedirá que intente, al menos ser feliz.

            Sencilla, pero a mí me gustó. Recomendable, eso sí, para los amantes de los dramas pequeños e independientes y fans de la gran actriz pelirroja.