El orgullo de ser distinto

Ahora que estamos con las celebraciones del Orgullo Gay, que mejor que recomendar dos títulos, que tuve la suerte de ver la semana pasada, ambos protagonizados por un personaje homosexual. Uno una película, el otro un documental, pero un mismo resultado: dos obras llenas de pasión y de buen cine, en las cuales se reivindica la diferencia dentro de esta sociedad heteronormativa que intenta imponer las normas de unos pocos, olvidándose que el concepto de normalidad es una cosa absurda prestablecido por unos pocos afortunados desde el punto de vista histórico, que deja fuera a un montón de seres maravillosos que por su supuesta diferencia (repito, establecida por unas normas retrógradas y arcaicas) no tienen cabida en la supuesta “Sociedad normal”. Estos filmes nos vuelven a demostrar otra cosa más que: ¡bendita sea la diferencia!!!!; y nos ayudan a desear que el día en que no preguntemos, llenos de prejuicios, cosas como de qué país venimos, qué lengua hablamos, religión procesamos, de qué color es nuestra piel o con quién nos acostamos, para que se nos acepte, seamos quienes seamos, esté cada vez más cerca. Ojalá sea así.

“Con amor, Simon” / “Love, Simon”. (Dir: Greg Berlanti):

“Con amor, Simon” es uno de los “sleeper” de la temporada norteamericana (títulos que acaban triunfando por sus buenas críticas, pero sobre todo por su buen “boca-oreja”). Y básicamente la idea que nos plantea es ser una película de instituto, pero con la novedad de que, en este caso, nuestro protagonista es un adolescente homosexual. De hecho, la historia que se nos cuenta es el cómo el Simon del título,  nuestro prota,  un chico perfectamente aceptado, con buenos amigos y una familia que le apoya y le quiere, ve su vida desmoronada cuando decide salir del armario tras una serie de malentendidos (en la que tendrán mucho que ver unos e-mails anónimos, que ayudan a crear una original estructura con cierta intriga) lo cual provocará una caótica crisis en su, hasta entonces, bien llevada adolescencia.

                ¿Y pensarán?: ¿Otra estúpida película americana sobre adolescentes en crisis, pero con personaje no hetero? Pues no. Porque “Con amor, Simon” es mucho más. Es una película preciosa, divertida, ingeniosa, sencilla, emotiva, entretenida, llena de personajes entrañables, positiva, con situaciones tronchantes (geniales los dos profesores del instituto), con una buena trama (en la que no solo se trata la perspectiva de nuestro prota: sino la de los padres y hermanos, amigos y enemigos, y profesores que están a su alrededor) bien interpretada, con intriga y mucho amor y con un mensaje necesario y claro: lo que hace que cada uno de nosotros sea genial no es de qué color es nuestra tez o si nos encamamos con hombre o mujer, sino simplemente nosotros mismos. Así que aceptémonos como somos, y no menos importante, aceptemos a todos los que nos rodean, sean como sean, y vivamos con amor, como Simon, o, mejor dicho, con mucho amor, que es lo único que importa. Yo, por mi parte les recomiendo que vayan al cine y que se regalen esta sencilla y bonita película y disfruten, no solo de un gran film, sino también de la vida.

“McQueen” (Dir: Ian Bonhôte y Peter Ettedgui):

Y de la ficción a la realidad (pero ambas muy conectadas). Esta vez a un documental protagonizado por un homosexual confeso (desde muy joven), el diseñador Alexander McQueen. Ya he comentado en este blog que no es muy frecuente que yo vaya a ver un documental a las salas de cine. Y en este caso no lo hice porque me apasionara el tema (aunque me gusta la moda y sí, me interesa, la obra del diseñador inglés) sino porque las críticas eran muy buenas hacia este largo de no ficción en la que se analiza la corta vida y obra del “modista” británico. Y he de decir que disfruté de lo lindo con los casi 120 minutos de esta obra que nos narra el ascenso y la caída de un genio y en la que se muestra, de manera apasionada y muy entretenida, con una banda sonora súper a cargo del gran Michael Nyman, el cómo se crea un genio, o mejor dicho, de cómo un chaval de clase obrera creyó en su diferencia y apostó por eso que le hacía diferente a lo normal, para llegar a la gran realeza de la “moda” mundial y una vez arriba, cuando lo tenía todo, decidió abandonarlo por sentirse una vez más, diferente, y sin ganas de continuar luchando contra los “sinsabores” de la vida. En definitiva, un documental apasionante, muy entretenido y conseguido.

       Sigan disfrutando del verano y vayan al cine… ah, y sean diferentes, no sigan la norma, Simon y McQueen lo hicieron, coronándose en sus respectivas vidas.